Cuando uno ve la noticia de que elementos de la Policía Federal, encabezados por la personal de la Procuraduría General de la República (PGR), realizaron un cateo a un rancho propiedad del capo colombiano Ever Villafañe Martínez, en el estado de Morelos, uno se pregunta ¿Cómo es posible que pueda pasar desapercibida una propiedad de tales características y que nadie vea el movimiento que seguramente se lleva a cabo ahi?
O será que los lugareños si se dan cuenta y lo reportan a las autoridades y ellas se ¿"hacen ojo de hormiga"?
Porque se trata de una finca que esta ubicada en la carretera Yautepec- Jojutla, colonia El Rocío, en el municipio de Yautepec, Morelos, y que se presume era uno de los centros de operación del narcotraficante. ¿Es posible que un centro de operación pase desapercibido fácilmente?
Bueno, no hay que ser tan mal pensado. Al menos, el sábado los policías federales ingresaron a la residencia de Farallón 304, en Jardines del Pedregal, en la ciudad de México, donde el capo vivía con Altagracia Espinoza Aguilar y ambos fueron detenidos.
El narcotraficante y su pareja actualmente están bajo arraigo de 40 días y las autoridades buscan más pruebas de los nexos de este capo con los hermanos Beltrán Leyva, pues era el enlace entre éstos y los narcos del cartel del Norte del Valle de Colombia.
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