Como el título de la película historia sin fin, el conflicto interno dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) parece no tener fin. Alejandro Encina insulta y llama "tonto inútil" al líder sustituto de ese partido, Guadalupe Acosta Naranjo, y éste a su vez, le revira diciendo que alguna vez fue una persona moderada y sensata y poco inclinada al diálogo.
Una pregunta surge ante todo esto: ¿si hubieran obtenido la presidencia de la República, cómo estarían comportandose? Se pelean por una simple dirigencia y llevan meses sin ponerse de acuerdo, que hubiéramos esperado los mexicanos?
Esto que sucede en el PRD ¿es bueno para los mexicanos y peor aún, para los propios seguidores de ese partido?
Ofrezco mis servicios.
martes, 22 de julio de 2008
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