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domingo, 25 de octubre de 2009

Separación de basura es ley muerta.

Noticia:


El gobierno capitalino perdió la credibilidad entre los habitantes de la ciudad de México en el tema de la basura, al aplazar en varias ocasiones la aplicación de la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal que obliga, entre otras cosas, a la ciudadanía a separar sus desechos y a las autoridades a sancionar a quien no lo haga.

“Desde hace años dicen lo mismo, que van a multar y no pasa nada”, dice Benita Hernández, habitante de la colonia San Francisco, en la delegación Magdalena Contreras, quien considera que los anuncios de las autoridades sobre las sanciones a quien no separe la basura “son puro cuento”.

Al igual que ella, Aurora Martínez piensa que las multas son para espantar a la gente y así dividan su basura, “pero yo creo que nunca las van a poner, y por eso nadie lo hace”.

La aplicación de la Ley de Residuos Sólidos en la capital ha sufrido retrasos desde su aparición en 2004, debido a la falta de un reglamento que permitiera cumplirla, mismo que se creó hasta cuatro años después y entró en vigor el 2 de enero de 2009.

Pero una vez más se aplazaron las multas a los ciudadanos que no separen su basura. La Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal ha señalado que para el primer trimestre de 2010, podría cumplirse en su totalidad con la legislación.



Pocos creen que haya multas

En un sondeo realizado por EL UNIVERSAL, los entrevistados consideraron que el aplazamiento en el cumplimiento de las normas desanima a quien separa su basura y “protege” a los que no lo hacen.

“Todos decimos ¿de qué sirve que nosotros la separemos si en el camión la revuelven?”, dice Rodrigo Torrentera, empleado de una tienda de abarrotes.

El integrante de la Comisión para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos del Distrito Federal, Arnold Ricalde, señala sobre el tema que la ciudad de México presenta un “atraso” en el manejo de la basura porque algunos artículos de la ley, como las sanciones, se encuentran en stand by.

Las causas son: desconocimiento de la legislación entre los habitantes de la ciudad; la falta de disposición del sindicato de limpia de las delegaciones para realizar la separación y el poco interés de los gobiernos de las demarcaciones por incluir este tema como prioridad en sus agendas.

De acuerdo con el reglamento de la Ley de Residuos Sólidos, las delegaciones deben elaborar programas para el servicio de limpia en el que se detalle la manera en la que se realizará la recolección de residuos, divididos en orgánicos e inorgánicos.

Dicho plan debe ser publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.

A nueve meses de la entrada en vigor de este documento, la Consejería Jurídica informó que sólo tiene registrados hasta el momento cinco programas delegacionales, de las 16 demarcaciones que integran la ciudad de México: Azcapotzalco, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Tláhuac y Coyoacán.

El resto espera a que la Secretaría del Medio Ambiente publique la actualización del Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos para el periodo 2009-2014, con el cual se busca “reordenar” las políticas públicas para lograr la reducción de basura que genera la ciudad.

El gobierno capitalino anunció que será hasta finales de octubre o principios de noviembre cuando se concluya este documento, que elabora el Centro Interdisciplinario de Investigaciones sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD) del IPN.



El reto de reducir, reutilizar y reciclar



El Instituto Politécnico Nacional (IPN) reporta que la ciudad de México aumentó la generación diaria de residuos sólidos al pasar de 12 mil 500 toneladas en 2006 a 14 mil toneladas en los últimos dos años.

Para la organización ambientalista internacional Greenpeace este incremento de basura refleja la necesidad de poner en marcha políticas públicas dirigidas a la minimización de los residuos. La coordinadora de la campaña de tóxicos de esta organización, Patricia Ramos, considera que la solución es aplicar los lineamientos de la política que es conocida como Basura Cero.

Este concepto involucra a todos los sectores de la sociedad en una corresponsabilidad en el manejo de los residuos. Desde los productores de bienes de consumo para que minimicen los empaques de sus mercancías, hasta que en el hogar se reutilicen la mayoría de los materiales y se dividan los que se desechen, agregó Ramos.

El reto para los habitantes del Distrito Federal es disminuir la cantidad de residuos sólidos que generan a diario y separarlos al menos, en orgánico e inorgánico antes de 2011, fecha en la que de acuerdo con el secretario de Obras y Servicios, Fernando Aboitiz, se suspenderá la recolección de basura a las personas que no lo hagan.

La intención del gobierno capitalino es reducir la basura que llega al relleno sanitario del Bordo Poniente, lugar de disposición final de los residuos de la ciudad.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente (SMA), sólo 25% de la ciudadanía divide sus desechos. El objetivo es lograr que en 2012 la totalidad de la población lo haga.

Pero la responsabilidad no sólo es del gobierno capitalino, también la sociedad en su conjunto debe participar en la labor de la gestión integral de los residuos.

La ambientalista Bertha Ocón explicó que en la medida en que la gente cumpla con sus obligaciones “y dejen de excusarse en el pretexto de que aunque la separen después se va a revolver”, se podrá presionar a las autoridades para que hagan su parte.



Tláhuac, un caso exitoso

La delegación Tláhuac encabeza la lista de las demarcaciones que ya dividen los residuos.

A dos años de que inició el programa de separación, 98% de los residuos orgánicos pueden aprovecharse para la elaboración de composta debido a su “limpieza” —al no ir revuelta con otros materiales—, misma que es utilizada para restaurar los parques y jardines de la ciudad de México.

Los habitantes de Tláhuac tuvieron que acostumbrarse a separar sus residuos pues, de lo contrario, el servicio de camiones recolectores no se los recibe.

Para lograr que esto sucediera, las autoridades capacitaron a los habitantes explicándoles cómo dividir los desperdicios en orgánicos e inorgánicos y, a pesar de no tener unidades con doble compartimento, consiguió que 41 de las 45 rutas de recolección recojan los residuos ya separados. El resto son las 110 unidades habitacionales con quienes ya trabajan para hacer conciencia entre la gente.



Falta una legislación federal

Con el fin de lograr una minimización de basura en la ciudad se requieren leyes federales que controlen o regulen el diseño de empaques y embalajes en los que se comercializan bienes de consumo y que, además, obliguen a los productores a responsabilizarse de los residuos que generan sus mercancías.

La titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Martha Delgado, ha pedido, en repetidas ocasiones, al gobierno federal la creación de una legislación que regule el tipo de materiales en los que deben envolverse los productos. Con ella coincidió el integrante de la Comisión para la Gestión Integral de Residuos Sólidos del Distrito Federal, Arnold Ricalde, quien calificó de “urgente” la necesidad de contar con una ley nacional.

También detalló que “no puedes pedir (a los fabricantes) que construyan un empaque especial para el Distrito Federal y otro para el estado de México. Lo más que puedes hacer es tener restricciones”.

El ex diputado adelantó que trabajan en una norma para prohibir el unicel, tal como se hizo con las bolsas de plástico, al impedir que los comercios las regalen, medida que opera desde el 18 de agosto, pero que permitirá sancionar a los establecimientos hasta 2010.

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