Golpistas de Honduras desafían ultimátum.

Noticia:


El gobierno de facto de Honduras desafió el miércoles la presión internacional al asegurar que no existe la más remota posibilidad de que el derrocado presidente Manuel Zelaya vuelva al poder, pese al ultimátum dado por la Organización de Estados Americanos (OEA) para restituir al mandatario.

El gobierno encabezado por Roberto Micheletti aseguró que Zelaya será arrestado si regresa al país, incluso si vuelve acompañado por los presidentes de Argentina y Ecuador y del jefe de la OEA, como fue anunciado esta semana. “Absolutamente no hay la más mínima posibilidad, el presidente Zelaya está afuera por órdenes del pueblo”, dijo el canciller interino, Enrique Ortez.

Micheletti acusó al presidente venezolano Hugo Chávez de ser el responsable de la crisis en el país centroamericano.

La OEA se unió a la condena mundial del “golpe militar” y dio un ultimátum de 72 horas para que el gobierno interino garantice el “inmediato, seguro e incondicional retorno del presidente (...) a sus funciones constitucionales”, o advirtió que suspenderá al país del organismo.

La suspensión significaría para Honduras el aislamiento diplomático y perder hasta 600 millones de dólares en programas de asistencia.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, dijo que se encuentra en “pausa” la entrega de nuevos créditos a Honduras, tras el derrocamiento de Zelaya. Ayer, como reacción al golpe de Estado perpetrado en Honduras, Estados Unidos limitó su ayuda militar para el país centroamericano, pero aplazó hasta el lunes cualquier decisión sobre cortar la ayuda económica a Honduras.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró en Madrid que todas las embajadas europeas en Tegucigalpa han decidido retirar a los embajadores acreditados en la capital hondureña.

Mandatario depuesto aplaza regreso

Zelaya, que había anunciado su retorno a Honduras para el jueves, postergó su regreso al menos hasta el fin de semana, para dar oportunidad a la gestión diplomática de la OEA. Zelaya asistió ayer a la toma de posesión del presidente panameño Ricardo Martinelli.

El Congreso hondureño aprobó el miércoles la suspensión de algunas garantías individuales —incluyendo libertad personal, de reunión y circulación— durante las horas en que está vigente un toque de queda ampliado del martes hasta el viernes. En el primer comunicado desde el derrocamiento de Zelaya, las Fuerzas Armadas justificaron su acción del domingo alegando que se limitaron “únicamente al cumplimiento de una orden judicial emitida por un juzgado competente”.

Las manifestaciones a favor de uno y otro gobierno resurgieron el miércoles, al tiempo que el fiscal general adjunto, Roy Urtecho, anunció que la policía emitió una “alerta migratoria”, con la que esperan que Zelaya sea “capturado en cualquier país donde se encuentre y traído a Honduras para ser juzgado”.

En Tegucigalpa, miles de simpatizantes de Zelaya —incluidos cientos que se congregaron cerca del palacio presidencial— marcharon hacia la sede de la OEA, donde cantaron al unísono el himno nacional y lanzaron gritos de “¡justicia, justicia!” y “¡fuera, gobierno corrupto!”.


Comentario:

Si la OEA está presionando al gobierno que llaman "golpista", lo debería de hacer en otros muchos países. En África debe de haber muchos gobiernos que dejan mucho que desear.