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sábado, 28 de marzo de 2009

17 artistas que hay que seguir en 2009.

Noticia:


El arte contemporáneo en México goza “de buena salud y diversidad”, aunque “existe un divorcio evidente entre el público y los artistas”; también, es un buen momento para “mover el árbol y que caigan todas las frutas que ya no sirven” y los jóvenes creadores, “opacados por el mercado”, tengan la oportunidad de mostrar sus posiciones y lo que pueden aportar a nivel social y artístico.

En esta serie de reflexiones coinciden la mayoría de 12 críticos, curadores y creadores de arte consultados por EL UNIVERSAL, quienes además determinaron que la artista Teresa Margolles (Culiacán, Sinaloa, 1963), quien ha sido una observadora y una codificadora “muy exquisita” de temas actuales como la violencia, y nunca ha caído en los estereotipos de lo que podría ser un arte feminista, político u oportuno, es considerada una mujer a la que no debemos perder la pista este 2009.

Margolles, que este año representará a México en la Bienal de Venecia, de la mano del curador Cuauhtémoc Medina, ocupó el primer lugar en la consulta realizada por este diario, que sumó 92 artistas mencionados, seguida de creadores como Carlos Aguirre, Pablo Vargas Lugo, Damián Ortega, Artemio, Fernando Ortega, Francis Alÿs, Daniel Guzmán, Abraham Cruzvillegas, Dr. Lakra y Francisco Toledo.

María Minera destacó “la seriedad y solidez” de las propuestas de Margolles; mientras que el escritor Guillermo Fadanelli, un amante y conocedor del arte contemporáneo, resaltó “su manera directa de ir al territorio de los signos sociales que se localizan en la calle”.

Los consultados también reconocieron de manera destacada el trabajo de artistas como Magali Lara, Carlos Amorales, Daniel Lezama, Miguel Calderón, Gabriel Orozco, Gilberto Aceves Navarro y Yoshua Okon.

Los entrevistados, además, reflexionaron sobre el estado de salud del arte en México. Fadanelli lamentó que la gente común crea que los artistas “son los cantantes populares o el vómito que producen los grandes medios de comunicación”. Por otra parte, dijo, se ha creado una jerga vacía, pedante y plagada de mala retórica por parte de los curadores de arte contemporáneo. “Los críticos humanistas, lectores de filosofía y reflexivos desaparecen para dejar lugar a personajes que se expresan en un lenguaje ‘técnico y vacío’ que ni ellos mismos comprenden. Fuera de eso, un nutrido grupo de artistas nos dice que el arte continúa todavía en expansión”.

Para el artista Gabriel Orozco, quien también fue mencionado por los consultados, en México hay muy buenos creadores, preparados para “mostrar sus posiciones y lo que pueden aportar a nivel social y artístico. No deben depender tanto ni de los gobiernos ni de los mercados, al final el artista tiene que lograr hacer su dinámica, su propia estructura de trabajo, para que cuando haya crisis no le afecte tanto”.

Daniel Lezama, por su parte, asegura que la plástica mexicana “no está en peores condiciones que la global, si nos sirve de consuelo”. Para este artista, de los de mayor reconocimiento dentro y fuera de México, la noción de que el arte debe generar significado “está de capa caída, pero en lo personal intuyo que el proceso ya se empieza a revertir.

Menos optimista, Lezama dice que el público y los coleccionistas, en crisis social y económica, “no están para burlas o mamotretos, de ahí el fracaso de los megaproyectos públicos y privados que sirven de aparador a egos, en vez de forjar un público verdadero y atenderlo.

“México ha logrado desmentir que el arte haga mejor a la gente. La ambición, la improvisación y la ignorancia violentan a las mejores mentes y los mejores corazones del país. Por suerte, he conocido amigos y colegas que son una espléndida excepción”.

Para el joven creador Fernando Llanos, es importante que en México se actualicen algunos conceptos para sanar el entendimiento de la producción actual, cerrar así la distancia entre el público y las propuestas de punta.

Además, destaca el hecho que, desde hace una década, egresados de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, como él, salen produciendo más video, fotografía, mutimedia o instalaciones.

La curadora Ana Elena Mallet habla de un momento clave: “El mercado y las instituciones están en una grave crisis y los artistas deberán ser muy creativos para sobrevivir, crear y hacer que sus obras lleguen al público”.

Yoshua Okon coincide con Mallet al señalar que, “a pesar de que existe un gran número de muy buenos artistas trabajando en México, desgraciadamente las instituciones dejan mucho que desear. En todos los casos éstas trabajan con presupuestos raquíticos poniendo a los directores en situaciones casi imposibles. En cuanto a la crítica, creo que hay un enorme vacío, existe muy poca gente escribiendo en relación con la gran cantidad de arte que se produce.

“En este sentido, a pesar de contar con gran número de artistas de nivel internacional, como ya señalé, creo que la salud del arte contemporáneo en México no es óptima”.

Otro de los entrevistados, Carlos Blas Galindo, destaca el hecho de que entre la mayoría de los jóvenes artistas mexicanos, visuales y conceptuales, “prevalece un desmedido afán por adoptar lo que desde aquí suponen que es el mainstream (corriente principal) occidental, con lo que su producción ha devenido en relativista, cínica, banal, con pretensiones de homogeneización ante lo global, autonegadora y ecléctica”, afirma.

Mientras que, para Betsabeé Romero, “el ritmo y forma en que la dinámica del arte funciona no permite altibajos tan pronunciados y frecuentes, el ciclo de consumo de la obra de arte es más largo, son bienes que no se mueven tan fácilmente como la bolsa y esa es su ventaja”.

María Minera dice que, aunque “es difícil medirle la temperatura al arte” y a pesar de que el mercado esté, como ahora, “por los suelos”, no quiere decir que todo vaya mal, “ni que en otros niveles el arte pueda gozar de magnífica salud. Siempre hay artistas haciendo cosas interesantes, y también los hay cuya aportación es siempre muy menor. La única respuesta coherente es que el arte siempre está vivo”.



Comentario:

Lo que falta es una buena promoción.

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