Noticia:
Francisco Rojas, Emilio Gamboa, Ramón Aguirre, Enrique y Federico de la Madrid. Ellos operaron “el arrepentimiento” de Miguel de la Madrid sobre la entrevista a Carmen Aristegui, afirma Ramón Alberto Garza en Reporte Índigo.
Una parte esencial de la estrategia se habría diseñado en Londres. Desde allá, un indignado Carlos Salinas habría implementado el control de daños.
“Y con hombres de todas sus confianzas, el inculpado hizo llegar a De la Madrid y a sus hijos los mensajes necesarios para tomar la decisión: había que confirmar ‘la enfermedad’ de su antecesor”, dice la publicación. “Con ello, Salinas intentaría neutralizar las severas acusaciones sobre la inmoralidad y la corrupción que De la Madrid hizo sobre él y sus hermanos”.
La estrategia habría sido simple y directa. “De aquél lado, del que hace las revelaciones, también existen historias que contar”. Los hijos, en particular Enrique, actual director de la Financiera Rural, tendría varios flancos vulnerables.
Las reuniones se prolongaron por cerca de siete horas.
Francisco Rojas habría operado como el diplomático disuasivo a favor de la causa de Salinas. Fue su director de Petróleos Mexicanos.
Emilio Gamboa fue la conciencia de De la Madrid. De algo valieron los seis años que pasó como su secretario particular. Ramón Aguirre también se presentó para asesorar a su amigo. Había sido el regente del DF en el sexenio Delamadridista.
Comenzaron poco después de las 9 de la mañana del miércoles 13. El resto de la crónica aparece hoy en Reporte Índigo.
Comentario:
Lo cierto es que se trata de "fuego amigo". Así nacieron los priístas: dándose de balazos y así continúan; destrozándose entre ellos.
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