Cocinan con leña por desabasto de gas en el norte de México.

Noticia:


El desabasto de gas licuado de petróleo (LP) en la región norte del estado ha obligado a los habitantes a cocinar con leña, mientras otros corretean a las pipas de combustible que, desde ayer viernes, comenzaron a entrar a la cabecera municipal para suministrar el carburante, principalmente a tortillerías y panaderías.
Este municipio tiene 60 mil habitantes y más de 50% han comenzado a sufrir los estragos del cierre temporal de cuatro plantas de gas LP que operan en esa región, sobre todo, debido a las bajas temperaturas en los últimos días.

La medida es impulsada por los gaseros desde el lunes pasado, en protesta por los secuestros y extorsiones de que ha sido víctimas su personal gerencial y empleados.

Las empresas que suspendieron el servicio son: Combugas, Gas Plus, Gas Campanita y Gas Imperial, sólo ésta última reanudó la distribución de manera parcial; incluso, envió una pipa adicional con 5 mil litros, para abastecer a las ocho panaderías, unas 50 tortillerías, además del uso doméstico y los vehículos de carga que utilizan este combustible.

Trabajadores de Gas Imperial mencionaron que la instrucción de sus superiores fue de que no iban a trabajar hasta nuevo aviso y la orden de reiniciar el abasto fue ayer viernes.

Debido a lo anterior, la gente estuvo atenta a la información de que las autoridades y los empresarios habían acordado restablecer el suministro de gas, y desde temprano comenzaron las filas en las diferentes plantas.

Luego de una hora de que llegaron los operadores, las personas comenzaron a peregrinar por las estaciones de gas y en la busca de las pipas de gas LP.

Mayela Díaz y Juan González comentan que desde hace cuatro días están sin combustible, “por eso a diario venimos a ver si hay gas. Cargamos con nuestro cilindro (50 kilogramos) en nuestra trokita hasta las estaciones, porque nomás le echamos de a 50 pesos, con eso de que está muy caro”.

Explican que “hemos optado por no bañarnos ni a nuestros dos hijos, para poder utilizar el gas en la elaboración de la comida, aunque en estos días hemos tenido que ir al monte a recoger leña para cocinar. Mientras se soluciona el abasto del gas, preparamos los alimentos en el brasero o el anafre”, señalaron.

Por su parte, Juan Ruvalcaba Adame, de 41 años, menciona que es chofer de un vehículo repartidor de agua y mientras trabaja, también ha estado al pendiente de las pipas para “corretearlas” a manera de que se le venda, “aunque sea poquito gas, pa’ pasarla”.

Que venga el Ejército

Los habitantes desconocen la razón por la que dejaron de operar las gaseras, pero afirman que la inseguridad es una realidad, “desde que llegaron esos delincuentes, no sólo nos quitaron la tranquilidad, ahora hasta sin bañar y comer nos dejan”.

Explican que a finales de año hubo operativos militares en la región y “medio se calmaron las cosas”.

Por ello, indican que “si de nuevo regresaron los secuestros y extorsiones, pues que entre el Ejército”.

En la alcaldía, Miguel López Castruita, secretario particular del edil Genaro Hernández Olguín, expuso que si el desabasto de gas continúa, se buscará en conjunto con las autoridades estatales nuevas alternativas, a fin de que no se vea más afectada la población.

Comentario:

El problema que se sucita cuando falta un energético tan importante. Es una situación que no debe permitirse.