Baño de masas para Obama en MIssouri.

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Parecía una imagen sacada de “el mundo al revés”: el senador republicano John McCain defendiendo los bastiones de Carolina del Norte y Virginia de las garras demócratas, mientras su rival, el senador demócrata Barack Obama, era escuchado por unas 100 mil personas en Missouri, un estado que, hasta hace unos meses, el partido contrario consideraba en su poder.

En los últimos días, McCain ha incrementado sus ataques, al grado que ayer tachó a Obama de socialista y dijo que el plan fiscal del demócrata convertiría al fisco (IRS, por sus siglas en inglés) en una “gigantesca agencia de bienestar social, redistribuyendo cantidades masivas de riqueza bajo la dirección de los políticos en Washington”.

“Al menos en Europa, los líderes socialistas a quienes admira mi oponente son abiertos respecto a sus objetivos. Usan números reales y un lenguaje honesto. Y deberíamos exigir igual franqueza por parte del senador Obama”, añadió McCain.

Por su parte, Obama dijo que McCain, quien favorece extender los recortes fiscales para los estadounidenses con más recursos, es ajeno a la dura realidad que vive el país.

Bajo el simbólico arco de St. Louis, ante unas 100 mil personas, una de las mayores multitudes que haya reunido —cuando estuvo en Berlín, en julio de este año, congregó a 200 mil, según medios—, en un estado indeciso.

Incluso Obama pareció sorprendido ante su poder de convocatoria. “Qué magnífico día. Gracias a todos por estar aquí”, dijo.

Algunos se mostraban optimistas. “¡Wow! Estoy maravillada de ver gente de tantos colores”, dijo Nicole Brown, una afroestadounidense. Otros hablaban de la situación económica. “Hasta los más conservadores saben que estamos en problemas”, dijo Debbie Sachs, maestra de St. Louis. “La gente está asustada y él —Obama— es cool”.

Bill Clinton fue el último demócrata que se hizo del triunfo en Missouri, en una elección presidencial. Pero el cambiante mapa electoral también le trae complicaciones a Obama. El demócrata debe escoger, casi a diario, entre viajar a los estados electoralmente ricos, como Ohio y Florida, o visitar otroras bastiones republicanos, como Carolina del Norte, Indiana y Missouri.

En Pennsylvania, la decisión podría ser cuestión de días. Por eso es que ayer la compañera de fórmula de McCain, Sarah Palin, estuvo allí. El senador de Arizona prefirió hablar en Concord, Carolina del Norte, un estado donde en los últimos días los sondeos le dan la ventaja a Obama, cuando el último demócrata que había ganado allí, en una elección presidencial, fue Jimmy Carter.

Pero la crisis económica lo ha cambiado todo y, aunque no es su tema favorito, como él mismo ha dicho, a McCain ayer no le quedó más remedio que hablar de economía e intentar, otra vez, distanciarse de las políticas del presidente George W. Bush.

El senador se refirió a su plan de utilizar parte del paquete de rescate de 700 mil millones de dólares aprobado en EU para comprar deudas hipotecarias. “Voy a gastar mucho de ese dinero para darles alivio a ustedes”, dijo. “Necesitamos comprar esas deudas hipotecarias y reestructurarlas, para que puedan pagarlas”, insistió.

El panorama electoral no es muy bueno para los republicanos. Las encuestas anticipan que estados reñidos, como Pennsylvania, se inclinan decididamente por Obama. El demócrata va bien, además, en Virginia, que no había votado por un demócrata desde 1964. Pero Obama intenta no caer en un exceso de confianza. “No, no. Soy supersticioso”, dijo, ante una pregunta sobre lo que hará cuando sea presidente. “Si soy presidente”, aclaró.


Comentario:

La diferencia sustancial entre republicanos y demócratas es histórica y bastante simple. Demócratas: más recursos a gasto social y republicanos, menos gasto hacia ese rubro que consideran tiene un alto grado de improductividad por ser manejado por el Estado. Por lo tanto se inclinan más hacia el fomento de la iniciativa privada.