Serán cinco años malos para la venta de autos: analistas.

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Se avecinan cinco años de baja facturación para los distribuidores de automotores en México, ya que la recuperación en las ventas no será tan rápida como se estimaba, señalaron diversos analistas de la industria.

En consecuencia, los especialistas previeron que entre 50 y 60 agencias automotrices cerrarán en México este año, de las que alrededor de 20 serían de la red de General Motors México (GMM). Actualmente hay mil 400 agencias en todo el país.

Los niveles de desplazamiento de coches estarán por debajo de lo vendido en 1999 para este año. Un informe sobre México de IHS Global Insight (IHS GI) detalla que no se volverán a vender más de un millón de automotores anuales, sino hasta más allá de 2015.

José Gómez Báez, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dijo a este respecto que ya hay “graves problemas” para sostener en operación una red de distribución diseñada para vender 2 millones de unidades por año.

“A la mayoría aqueja la renta de los bienes inmuebles, otros no pueden sostener ya cierto nivel de nómina y es por eso que están cerrando algunos establecimientos. No se ha dado el caso de quiebras en grupos distribuidores, pero sí un adelgazamiento para sostener algo de rentabilidad”, explicó.

El informe de IHS GI señala que la entrada de más de 3.6 millones de unidades usadas desde Estados Unidos, que se registra hasta el momento, tendrá un impacto que no podrá ser digerido por el mercado mexicano en cuando menos dos o tres años más.

Con un decreto presidencial publicado el 22 agosto de 2005 por Vicente Fox, se permitió la entrada libre de ese tipo de autos. La mayoría se comercializan en el mercado informal y de acuerdo con la AMDA distorsionaron el mercado de coches usados, ya que se depreció el valor de los autos particulares.

Consumidores más exigentes

Pero hay algo más allá de la facilidad de acceder a una camioneta por alrededor de 30 mil pesos. La Encuesta Global 2009 de KPMG sobre Distribuidores de Automotores señala que la lealtad del consumidor hacia las marcas, como sucedía en el pasado, ya no será un factor de decisión en la compra.

“El precio y la eficiencia en el consumo de combustible son ahora más importantes, pero del lado del distribuidor deberá no sólo ofrecer servicios posventa atractivos y de calidad, sino también generar la confianza entre sus clientes”, comentó Albrecht Ysenburg, socio de la Industria Automotriz de KPMG.

En un estudio global realizado por este despacho durante enero-abril de este año, los concesionarios dijeron que en los siguientes cinco años se enfrentarán a la difícil materialización de las ventas y la reducción en la rentabilidad, donde 97% consideraron que sus márgenes de utilidad serán menores a 6%.