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Son ocho los policías preventivos del Distrito Federal que en los últimos 18 meses han sido sancionados por no presentar ante juzgado a conductores en estado de ebriedad y ayudarlos en actos de corrupción.
Lo anterior fue informado por Othón Sánchez Cortés, director de Acciones Preventivas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), quien mencionó que en casi siete años de implementación del programa Conduce sin Alcohol, suman 64 mil puestas a disposición.
El 98% de esas personas presentadas por conducir ebrias, han sido del sexo masculino.
El funcionario informó que se implementarán medidas más severas de supervisión para evitar que policías que participan en el programa Conduce sin Alcohol, caigan en actos irregulares.
Lo anterior fue en respuesta a la nota publicada el sábado pasado por EL UNIVERSAL, en la que se da cuenta de la forma en que elementos policiales y de juzgados cívicos colaboran con seudoabogados para vender amparos a los conductores.
En ningún caso el juicio de amparo ha salido a favor del quejoso, situación que el abogado no explica a su cliente, quien desconoce que después será requerido para que cumpla con su arresto en El Torito.
Expresó que el programa Conduce sin Alcohol fue hecho para salvaguardar la vida de los habitantes de la ciudad de México, “pero por desgracia la corrupción busca sacar partido”.
“Les sale el diablo” a ebrios
El funcionario indicó que todas las quejas ciudadanas son investigadas, y por tal se ha sancionado a policías que han participado en actos de corrupción, para impedir que un conductor en estado de ebriedad llegue a las galeras, para cumplir con sus horas de arresto, que van de las 20 a las 36 horas. En los casos de los policías mencionados, aseguró que se actuó con todo rigor.
Mencionó que la mayoría de las quejas, aproximadamente 50 en el último año y medio —tiempo en el que Manuel Mondragón y Kalb ha estado al mando de Seguridad Pública local— son invenciones de los conductores ebrios, que no entienden razones. Algunas de sus quejas refieren tratos despóticos por parte del personal, o el no haberle devuelto su licencia, o el no ir borrachos cuando los detuvieron.
Con el objetivo de que los inconformes observen desde otra perspectiva el programa, la secretaría ha invitado a algunos a acudir a los puntos de revisión.
A los observadores se les permite atestiguar cómo se aplica el programa del alcoholímetro y analizar la labor preventiva, pero sin que intervengan.
El objetivo de esta acción es que vean cómo se comportan los conductores sancionados, quienes entre más tomados vienen, más necios se ponen y no entienden razones, mienten y agreden a las autoridades. “Les sale el diablo a los borrachitos y con ellos tenemos que lidiar”, señaló el doctor Othón Sánchez.
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