Teherán convierte la conmemoración por la muerte de Jomeini en un acto de adhesión

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El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha arremetido hoy contra la oposición y ha defendido su reelección en junio de 2009 durante su discurso con ocasión del 21º aniversario de la muerte del ayatolá Ruholá Jomeini. Con la explanada donde se encuentra el mausoleo del fundador de la República Islámica abarrotada de personas -el Gobierno preveía una asistencia de dos millones de personas y ha movilizado para el acto 49.600 autobuses-, Ahmadineyad ha defendido el Ejecutivo que él preside como "el más democrático del mundo" y ha asegurado que los comicios celebrados el año pasado "fueron 100% libres".

"Según el imán [Jomenei], la defensa del régimen es nuestra más alta tarea y me entristece decir que empañan la reputación de la República Islámica no pueden reivindicar su figura", ha añadido el presidente iraní. Así, el acto conmemorativo, que se celebra cada año, ha adoptado en esta ocasión un fuerte cariz de cierre de filas en torno al Gobierno frente a la oposición reformista.

En esa línea, a una de las principales figuras de la oposición, el ex presidente del Parlamento Mehdi Karrubí, le ha sido impedido el acceso al mausoleo de Jomenei, donde intentó llegar de madrugada para rendirle homenaje. Así, Karrubí ha acusado al Gobierno de secuestrar el legado del ayatolá y de "debilitar la República". "[El Ejecutivo] acusa a todos los que hablan de fraude electoral de ser agentes del Mossad y de la CIA", ha indicado Karrubí.

En la misma línea que Ahmadineyad, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, ha insistido en que "no es posible que una persona diga estar en la línea de Jomeini mientras que recibe apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, la CIA, el Mossad, los monárquicos y los hipócritas".

"Lo que importa es la posición actual de las personas", ha dicho un Jameneí en alusión al pasado oficialista de destacados dirigentes opositores como el propio Karrubí o Mir Hosein Musaví. "Algunos de los que acompañaron al imán [Jomeini] en el avión que le trajo de París a Teherán fueron ahorcados luego por traidores", ha recordado amenazante el actual líder supremo, quien ha sido ovacionado por la multitud congregada para el acto.

Menos amable ha sido el público congregado en el mausoleo con el nieto del ayatolá Jomeini, a quien se acusa de mantener posiciones próximas a los opositores. Hassan Jomeini ha tenido que interrumpir durante varios minutos su discurso mientras la multitud coreaba eslóganes hostiles contra los críticos con el régimen.