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La base en Chipre del barco irlandés Rachel Corrie, que formaba parte de la flotilla de la libertad y que tras retrasarse se disponía a llegar este fin de semana a Gaza, ha perdido contacto radiofónico con la embarcación. "No sabemos dónde se encuentra porque hemos perdido el contacto radiofónico con el barco. Suponemos que Israel ha interferido el sistema", ha indicado desde Lárnaca (sur del país) Audrey Bomse, abogada de Free Gaza, una de las organizaciones que forma parte de la expedición.
"Desconocemos si regresa a Chipre o sigue ruta hacia Gaza", ha precisado Bomse, quien ha sido contactada por la agencia EFE desde Jerusalén después de que algunos medios israelíes hayan asegurado que el barco ha recibido la orden de regresar a puerto debido al "sabotaje" israelí de su sistema de comunicaciones.
Sin embargo, fuentes diplomáticas israelíes han señalado el Rachel Corrie "sigue acercándose a Gaza". Las citadas fuentes, que han solicitado mantener el anonimato, han realizado esta constatación a en torno a las diez de la mañana.
La embarcación irlandesa escapó al asalto israelí en el que murieron nueve personas porque retrasó la salida desde Malta por problemas técnicos. Ayer se encontraba a una 200 millas de la franja de Gaza. "Creemos que llegaremos el viernes por la noche", relató a EL PAÍS desde el buque por teléfono vía satélite el diplomático irlandés Denis Halliday.
Además del ex asesor del secretario general de Naciones Unidas, otras 19 personas iban a bordo del Rachel Corrie, de bandera irlandesa. Cinco de los activistas de la embarcación son de nacionalidad irlandesa, entre ellos la Premio Nobel de la Paz, Mairead Corrigan-McGuire, y seis de nacionalidad malaya. El resto de ocupantes son los miembros de la tripulación. La nave transporta unas 500 toneladas de cemento, cuadernos escolares, medicamentos y juguetes.
Turquía, a punto de romper relaciones con Israel
En plena escalada de tensión, Turquía estudia un eventual plan para reducir al mínimo las relaciones con Israel después del conflicto desatado por el ataque israelí a la flota humanitaria. Así lo ha afirmado el viceprimer ministro de Turquía, Bulent Arinc, en unas declaraciones a la televisión turca NTV, tras resaltar que los barcos que participaron en la flotilla de la libertad llevaban ayuda humanitaria a Gaza y no habían sido fletados por el Gobierno turco.
"Estamos evaluando los acuerdos que firmamos con Israel (...). Es posible que planifiquemos reducir al mínimo las relaciones con Israel (...) Pero como Estado no podemos ignorar completamente a un Estado cuya existencia reconocemos", ha dicho Arinc, tras resaltar que todas las medidas que adopte Ankara serán acordes con el derecho internacional.
Tras el violento asalto del Ejército israelí a una flotilla humanitaria en la que la mayoría de los activistas eran turcos, el Parlamento de Turquía aprobó por unanimidad un llamamiento al Gobierno para que reconsidere todas las relaciones económicas, políticas y militares con Israel. Ese asalto en aguas internacionales en el que murieron nueve activistas es definido en la declaración como "una violación abierta de las reglas de la ONU y del derecho internacional". "Nuestro Gobierno ha investigado los barcos. Sabíamos que no llevaban armas o explosivos. Nuestro Ministerio de Exteriores informó a Israel de ello", ha dicho Arinc.
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