Mexicanos no perciben actos de discriminación.

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Organizaciones de la sociedad civil y académicos coincidieron en que la baja percepción que la mayoría de la población tiene sobre actos discriminatorios de los que son objeto de forma cotidiana se debe al poco conocimiento que tiene de sus derechos en la materia.

En contraste, la población identifica ampliamente las vejaciones que sufren las personas con discapacidad, debido a la sensibilización sobre la existencia y necesidades de este grupo que ha permeado a la sociedad.

En la reciente encuesta nacional de EL UNIVERSAL sobre discriminación en México, 86% de los entrevistados dijo no haber sido víctima de discriminación en ninguna ocasión, y 59% desconoció las instancias a las que se remiten las acusaciones por actos de este tipo.

Además, 87% refirió que nunca aconteció algún episodio de discriminación racial y en el caso de respuestas afirmativas, 91% nunca denunció dichas conductas; 77% dijo desconocer leyes que penalicen la discriminación en México, y 59% no ubicó los lugares donde este tipo de conductas pueden ser denunciadas.

Falta “cultura”

Rocío Culebro, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), consideró que aunado al desconocimiento de los derechos particulares que la sociedad tiene por ley, existe en el país una gran desconfianza con relación a la actuación de las instancias que fungen como defensoras de temas como la discriminación. “La gente visualiza en estos organismos procesos burocráticos que representan una pérdida de tiempo”.

Mónica Gutiérrez Contró, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo que “el que haya un porcentaje tan alto de gente que alude que nunca fue discriminada, podría implicar una falta de cultura acerca de la discriminación”.

La investigadora agregó: “En términos objetivos”, la discriminación está presente en la sociedad por muy diversas razones. La encuesta, dijo, “nos habla de que la cultura de la no discriminación no ha permeado lo suficiente. Hay un desconocimiento que supone a la discriminación, donde ir a denunciarla y qué hacer cuando se presente”.

La encuesta refleja, dijo Culebro, que cuando hay un acto de discriminación a la mayoría de la población “le resulta difícil ubicar que se trata de una acción violatoria”. Explicó que las respuestas que niegan su existencia “no implican que no se presenten, implican una falta de conocimiento de las conductas denigrantes que se presentan todos los días, pero son culturalmente aceptadas”.

Los discapacitados

Rocío Culebro gregó que en México es común difuminar actos discriminatorios, “aunque acontezcan a diario”. Dijo que los datos “de primera vista implicarían la no existencia del problema”, pero estas conductas se practican de manera cotidiana por una serie de factores culturales.

En la encuesta de EL UNIVERSAL, 90% de los entrevistados dijo que en México hay discriminación hacia personas con capacidades diferente. Así mismo, 50% dijo conocer “alguna” institución que apoye a estas personas, entre las que destacaron Teletón (47%), DIF (26%), APAC (8%) y Cáritas (4%).

Ximena Antillón, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, explicó que hay un problema entre las personas que sufren alguna discapacidad y las instituciones gubernamentales porque “no se han incorporado del todo las necesidades de este grupo en las políticas públicas. Y se refleja en los conflictos de accesibilidad a espacios públicos”.

Dijo que es visible en el país “la falta no sólo de instituciones garantes en el tema, sino también de políticas públicas que tiendan hacia la integración social de las personas con discapacidad”.

La discapacidad hay que entenderla, dijo, “dentro de la diversidad”, donde se acepte que todas las personas son diferentes y no poner barreras en la participación ciudadana .

La investigadora Gutiérrez Contró explicó que la gente identifica como instituciones que apoyan a la gente con discapacidad a organismos asistenciales, “lo que implicaría una sensibilización en la población, pero no necesariamente una vinculación con actos de discriminación”.

Detalló que en el caso de las personas con discapacidad, “no hay un concepto adecuado de discriminación, hay una visualización, pero no la erradicación de conductas discriminatorias”.

La idea que tiene la población, dijo, “no se está basando en una concepción de igualdad, sino en un sentimiento de lástima o de solidaridad, pero no en una cuestión de justicia”.