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Los cárteles de la droga mexicanos y colombianos generan y lavan anualmente entre 18 mil y 39 mil millones de dólares, gran parte de los cuales es extraída de contrabando por la frontera suroeste de Estados Unidos, que se ha convertido en la principal ruta de expatriación de las ganancias ilícitas.
De acuerdo con un diagnóstico del National Drug Intelligence Center (NDIC), el análisis de los flujos de efectivo entre México y Estados Unidos ha dejado al descubierto este movimiento de las ganancias de la droga generadas en ese país, confirmado además por numerosas investigaciones penales.
El diagnóstico es retomado en el documento Estrategia Nacional Antidrogas para la Frontera Suroeste, elaborado en junio por la Oficina de Política de Nacional para el Control de Drogas, cuyo titular, Gil Kerlikowske, realiza una visita oficial a México.
El documento destaca la necesidad de incrementar la cooperación con México en esta zona para reducir tanto el tráfico de drogas y sus ganancias como el de armas, que emplea las mismas rutas.
La aparición de las organizaciones mexicanas de tráfico de drogas como la principal fuente de abasto del mercado ilegal de drogas en Estados Unidos ha convertido a la frontera suroeste en la ruta primaria para la expatriación de las ganancias de drogas ilícitas, indica el documento de la oficina del zar.
“Información obtenida entre las instituciones financieras indica un desequilibrio sustancial entre el volumen de billetes repatriados de las instituciones financieras mexicanas y el volumen comprado por estas instituciones. Esta medida de repatriación neta de dólares sugiere que una gran cantidad de moneda estadounidense viaja a México fuera de los canales financieros normales”, destaca el documento en cuestión.
Sin embargo, agrega, el cumplimiento estricto de la Ley de Secrecía Bancaria (Bank Secrecy Act) por parte de las instituciones financieras de Estados Unidos, disuade a los traficantes de droga de colocar directamente sus ganancias ilícitas dentro del sistema financiero estadounidense, por lo que las sacan de contrabando del país.
El análisis considera que el desequilibrio entre las divisas repatriadas y las que circulan en el sistema financiero mexicano puede ser explicado por diversos factores económicos, “pero una porción significativa permanece sin explicación de actividades legítimas conocidas”, explica el estudio.
Agencias estadounidenses también han documentado que ese dinero financia tanto a los cárteles de droga mexicanos como a sus abastecedores de droga en América del Sur, a través de una elaborada cadena de lavado de dinero, que, sin embargo, tiene debilidades que pueden utilizarse para combatirlos, sostiene el mismo documento.
“El proceso de movilización del efectivo fuera del país y su eventual repatriación presenta debilidades que las agencias de la ley en Estados Unidos pueden explotar para identificar y desmantelar a las organizaciones de traficantes de droga”, apunta el diagnóstico.
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