Piñera, firme en su camino a La Moneda.

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A poco más de cuatro meses de la elección, en diciembre próximo, del sucesor de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, la campaña electoral comienza a entibiarse. Hay fuego cruzado entre los contendientes y encuestas que mantienen al frente de la carrera al candidato de la derecha, el empresario Sebastián Piñera, pero con una ventaja que se estrecha sobre el abanderado de la coalición gobernante, el senador democristiano y ex presidente Eduardo Frei, mientras sube en los sondeos el diputado independiente Marco Enríquez-Ominami, quien renunció al Partido Socialista después de que la Concertación, la coalición oficialista, no le permitiera participar en sus primarias.

Un sondeo telefónico del diario La Tercera mostró el domingo a Piñera primero con un 30%, seguido de Frei (25%) y Enríquez-Ominami (21%). Pero mientras Piñera y Frei retroceden respecto a abril pasado cinco y tres puntos porcentuales respectivamente, Enríquez-Ominami sube 11 puntos en tres meses, duplicando más del 10% que había logrado en la encuesta anterior.

El resultado obligaría a una segunda vuelta en enero de 2010 para dirimir el ganador entre las dos primeras mayorías. Si la segunda vuelta fuera entre Piñera y Frei, el candidato de la derecha se impondría sobre el oficialista por un 46% frente al 22%, y si la contienda final fuera entre Piñera y Enríquez-Ominami, el primero obtendría un 49% y el segundo un 22%, según esta encuesta.

En contra de lo que indica la lógica política, los votos de Frei y Enríquez-Ominami, que hasta hace dos meses coincidían en la misma coalición de centro-izquierda que gobierna este país desde el fin de la dictadura del general Augusto Pinochet, no se suman en una segunda vuelta para disputar el sillón presidencial de La Moneda, según el sondeo de La Tercera.

Los analistas atribuyen este resultado a un estilo de campaña en la que Frei y Enríquez-Ominami se propinan más estocadas entre sí que contra Piñera.

Unidad y Concertación

Para el politólogo Patricio Navia, si bien el candidato de la derecha sigue imponiéndose en los sondeos, "hay una mayoría que no quiere votar por Piñera. Es más, la suma de la Concertación (incluyendo a los renunciados) es más que Piñera". Según sostiene, "el mensaje es claro: la Concertación unida jamás será vencida".

Un inesperado ataque que recibió Piñera de la ex ministra de Justicia de la dictadura Mónica Madariaga subió la temperatura. Ella afirmó haber intercedido ante el juez Luis Correa para que Piñera no fuera detenido en 1982, después de ser procesado por supuesto fraude contra el Banco de Talca, del que era gerente general. Correa confirmó la intervención de Madariaga y dijo que ésta lo hizo a petición del gobierno militar, porque el hermano mayor de Piñera, José, era ministro.

Piñera consiguió eludir la acción policial hasta interponer un recurso de amparo que la Corte Suprema acogió en forma unánime y días después quedó absuelto.

La Concertación pidió aclarar la situación a Piñera, y algunos incluso que dimitiera. El presidente del Partido Socialista, Camilo Escalona, afirmó tener "sospechas" sobre el origen de la fortuna del candidato de la derecha chilena, estimada en más de 1.200 millones de dólares. Piñera replicó que hay "mala leche" en el oficialismo y acusó una "campaña sucia, con total desprecio por la verdad y la moral".