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Braulio Cárdenas Cantú, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), dijo que en los últimos dos años 20% de los restaurantes afiliados en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, estados que registran el mayor índice delictivo del país, cerraron sus puertas, derivado de la inseguridad.
Advirtió que en las regiones donde los problemas de inseguridad se dan de manera aislada, la caída para los locales de la zona alcanza hasta 30% de sus ingresos habituales.
“Se reduce un poco la afluencia de las comidas, pero sobre todo en las noches la gente tiene temor de salir y aproximadamente 30% de nuestros ingresos son por cenas”, explicó.
En lugares donde el problema es permanente y severo, como en el norte del país, la caída de los ingresos llega a 60%, dijo en conferencia de prensa.
“Hay ciudades en el país que tienen problemas muy severos y la verdad están batallando mucho en el sector”, dijo Cárdenas, quien aseguró que el problema más severo se da en la zona norte del país.
A la fecha, en el sector restaurantero operan 370 mil establecimientos que generan un millón 450 mil empleos.
La estrategia es que la Cámara busque apoyos para que esas empresas no cesen sus operaciones y no se pierdan diversas fuentes de empleo.
El otro frente de batalla
De acuerdo con la Canirac en la ciudad de México por cada restaurante formalmente establecido, existen dos establecimientos que operan de manera irregular y sin ningún control de tipo sanitario.
Cárdenas Cantú explicó que mientras en el Distrito Federal operan cerca de 85 mil restaurantes registrados ante el SAT, el comercio informal es de aproximadamente 170 mil establecimientos, según cálculos hechos por la Canirac.
Se calcula que el crecimiento de la venta de comida informal se da en una tasa de 8%, la misma que la del sector restaurantero, dijo el directivo.
En el último año el consumo promedio por persona cayó 13% en los diversos restaurantes que agrupa el organismo.
La Canirac propuso alcanzar una deducibilidad a 100%, desde 12.5%, en el consumo de los comensales, con el objetivo de que el sector se expanda y genere mayor número de empleos, que requiere el país.
De acuerdo con los argumentos del directivo, por cada 1% de incremento en los ingresos nominales del ramo restaurantero, se generarían cerca de 6 mil 400 empleos directos.
Cárdenas Cantú manifestó que la industria busca mayores apoyos, vía créditos, por parte de la Secretaría de Economía, aunque todavía no se cuenta con algún programa concreto.
En 2009 el INEGI reportó una caída de 11.3% en el ramo debido a los problemas de crisis financiera, alerta sanitaria y debilidad en el consumo.
En el ámbito laboral se perdieron 7% de los empleos en un universo de 70 mil puestos de trabajo, aseguró el directivo, quien precisó que de implementarse la iniciativa de deducibilidad sería un paso importante para impulsar al sector y generar los empleos perdidos.
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