Un líder reformista iraní denuncia "violaciones" a los detenidos en las protestas.

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El ex candidato reformista iraní Mehdi Karrubí ha denunciado hoy que algunos de los detenidos durante las protestas post-electorales del mes de junio en Irán fueron violados durante su estancia en prisión, por lo que ha pedido una investigación. Lo ha hecho en una carta enviada al ex presidente del país Ali Akbar Hachemi Rafsanyaní en la que recoge informaciones de altos funcionarios del régimen.

En la carta, Karrubí menciona a altos funcionarios con "puestos sensibles" que le han informado del "vergonzoso comportamiento" que ha tenido lugar en las prisiones en las que fueron encerrados los partidarios de la oposición que fueron detenidos en la revuelta popular ocurrida tras las elecciones presidenciales del 12 de junio. La oposición calificó de fraudulentos los comicios, ganados abrumadoramente por el conservador Mahmud Ahmadineyad, tras lo cual se desató la mayor revuelta contra el régimen desde la creación de la república islámica en 1979. Las protestas fueron duramente reprimidas: una treintena de personas murieron y cientos fueron detenidas, de las cuales unas 200 siguen entre rejas.

Según Karrubí, en las prisiones fueron violados tanto hombres como mujeres y algunos de ellos sufrieron heridas graves. "Algunos de los detenidos de las protestas dicen que chicas detenidas han sido agredidas sexualmente con brutalidad", dice la carta a Rafsanyani, en la que el candidato opositor, que quedó tercero en las presidenciales, pide al ex presidente que use su puesto en la Asamblea de Expertos -un grupo de 86 clérigos que elige al sucesor del líder supremo cuando éste muere- para exigir al líder supremo, al ayatolá Alí Jamenei, que investigue el asunto. No sólo chicas: También denuncia que "hombres jóvenes han sido agredidos sexualmente de tal forma que ahora sufren depresión y otros trastornos físicos y psicológicos y son incapaces de salir de casa".

La semana pasada ya se destaparon abusos contra los detenidos en las protestas en la prisión de Kahrizak, donde fueron encerrados muchos de los participantes en las protestas y que Jamenei ordenó cerrar en julio. El domingo, el director de la prisión fue arrestado con tres de sus guardias por golpear a detenidos.