BP, contra las cuerdas en las cortes por crisis del Golfo

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“Si usted ha sufrido daños o pérdidas de ingreso a consecuencia del derrame petrolero masivo causado por British Petroleum, nosotros estamos aquí para ayudarle”.

Desde que la plataforma petrolera Deepwater Horizon estalló el pasado 20 de abril y se fue a pique en medio del fuego y un derrame de petróleo que ha ocasionado el peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos, la firma de abogados Marks and Lear PLC no ha dejado de recibir peticiones de demandas contra British Petroleum (BP), Haliburton, Transocean y Cameron International.

Desde su cuartel de operaciones en Baton Rouge, Louisiana, los abogados de Marks and Lear no han querido desaprovechar la oportunidad de subirse al tren de las demandas multimillonarias, que han despertado el apetito de casi medio centenar de bufetes jurídicos en el país.

Abundan los anuncios de radio, televisión e internet para acumular el mayor número de clientes a una causa que seguro pasará a la historia por el número de afectados en los estados de Louisiana, Mississipi, Alabama y Florida, así como por las cantidades que son demandadas.

Pese a que el bufete de Marks and Lear no cuenta con una gran experiencia en el manejo de casos contra corporaciones multinacionales, no ha querido quedarse fuera del tipo de demandas que en el pasado han unido las fuerzas de algunos de los abogados más prestigiosos de EU contra tabacaleras o petroquímicas

En esta ocasión, los clientes de estos bufetes son pescadores, hoteleros, propietarios de inmuebles y organizaciones ecologistas, que no piensan dejar de exigir responsabilidades por el daño causado a las reservas ecológicas y a las distintas especies de peces y aves que se verán afectadas durante varios años.

A la batalla judicial se podría sumar en el curso de los próximos días la administración del presidente, Barack Obama, que apenas la semana pasada confirmó que un equipo del Departamento de Justicia ya trabaja a marchas forzadas para armar y presentar un caso contra quien resulte responsable por un desastre ecológico que ha colocado a la Casa Blanca bajo severas críticas, ante la falta de resultados para taponar la fuga y por la falta de resolución para exigir responsabilidades contra quienes son acusados de “negligencia e irresponsabilidad criminal” en cortes federales de Texas y Nueva Orleáns.

Mientras el gobierno cierra la pinza y presiona a BP, las primeras evidencias de un flagrante caso de negligencia criminal comienzan a acumularse contra BP y sus empresas asociadas Transocean y Haliburton.

Hubo negligencia

“En cualquier caso la responsabilidad principal recae en BP”, aseguró Robert G. Bea, de la Universidad de Berkley, California, designado por la Casa Blanca para participar en las pesquisas.

Según los testimonios recabados por Bea, la negligencia e irresponsabilidad de los gerentes de BP y Transocean en la plataforma Deepwater Horizon, sumados a las prisas de los ejecutivos para abatir los costos de operación, se encuentran en el origen de una explosión que dejó un saldo de 11 muertos y ha rebasado los 760 millones de dólares en fallidos intentos para contener la fuga.

Una cifra nada comparable a los poco más de 6 mil millones de dólares de ganancias que BP reportó en el primer trimestre de 2009.

Los testimonios de los operadores que consiguieron escapar de la explosión, el pasado 20 de abril, y las pruebas recolectadas por los grupos de especialistas y científicos que han sido contratados por los bufetes de abogados, han conseguido poner contra las cuerdas a British Petroleum y Transocean, que tomaron la decisión de seguir perforando a pesar de que sus técnicos les habían advertido, cuatro semanas antes de la explosión, que el equipo de perforación había resultado dañado y que los sistemas para mantener la presión del gas y el petróleo habían quedado parcialmente inhabilitados.

“Yo siempre aconsejo a mis alumnos, cuando ocurra esto, que es necesario detener la operación y no hacer cosas estúpidas” declaró Bea en uno de los pocos testimonios públicos ofrecidos a la cadena CBS.

En un intento por contener el enojo y frustración de la Casa Blanca y por acallar los testimonios que han conseguido ponerlos en evidencia, los ejecutivos de BP han anunciado su intención de pagar una indemnización de 75 millones de dólares y hacerse cargo de los costos de limpieza por el desastre.

Sin embargo, este gesto podría haber llegado demasiado tarde, ante la montaña de demandas que ya han colocado a BP, Transocean, Haliburton y Cameron International bajo la mira del Estado y de un ejército de particulares afectados por el peor desastre ecológico en la historia de la nación.