Noticia:
Más de 8 mil personas, en su mayoría obreros afiliados a la sección 271 del sindicato minero, acompañados de sus esposas e hijos, además de maestros democráticos y miembros de la Federación Regional de Trabajadores de la CTM, demandaron la inmediata salida de los cerca de mil elementos de la Policía Federal que se encuentran en Lázaro Cárdenas.
Tras la acusación de haber golpeado a dirigentes sindicales, como Mario García Ortiz, secretario general suplente de Napoleón Gómez Urrutia, los mineros marcharon cinco kilómetros desde el entronque Las Adelitas, que comunica a la ciudad con la autopista Siglo XXI.
El contingente bloqueó dos horas el acceso principal del Recinto Portuario que enlaza a la ciudad con las terminales de Minerales y Metales, I y II de Usos Múltiples, a la empresa Fertinal, Contenedores 1 y otras empresas que se ubican dentro de la Isla de En Medio, lo que paralizó el movimiento de mercancías de importación y exportación.
Los manifestantes exigieron la salida inmediata de los policías federales y demandaron al presidente Felipe Calderón poner un alto a las agresiones, de quienes, dijeron, son responsables de combatir la delincuencia y que contrariamente han cometido atropellos hacia la ciudadanía.
La madrugada del domingo, agentes golpearon a Mario García, quien resultó con tres costillas fracturadas y lesiones graves en un ojo. El secretario general de la sección 271, Prudencio Pérez Chávez; el secretario del Trabajo de la sección, Javier Jaimes, y más de 20 obreros afiliados también fueron heridos.
La ciudad prácticamente se vio paralizada por la marcha mitin, pues fue suspendido el tráfico vehicular de la principal avenida de la ciudad, la Lázaro Cárdenas, que comunica al Recinto Portuario con la salida hacia Morelia, ya sea por la autopista o por la antigua carretera federal a Uruapan.
Al inicio de la manifestación, un contingente de federales, a bordo de unas 10 camionetas y un camión rinoceronte salieron de la ciudad y se toparon cerca del entronque de Las Adelitas con los manifestantes, encendiendo en esos momentos las sirenas de sus unidades, lo que irritó a los marchistas, quienes les gritaron infinidad de consignas e insultos, pero la situación no pasó a mayores.
“Me querían matar”
Por la tarde, luego de ser dado de alto y desde su celular, sin confirmar en qué lugar se encontraba, Mario García Ortiz dio su versión de lo que ocurrió en la madrugada del domingo.
Dijo que cerca de la media noche fue avisado de que algunos mineros fueron detenidos por la Policía Federal y se los habían llevado a la barandilla de la municipal, la cual está dirigida por un elemento de esa corporación, y que como recientemente hubo cambio de dirigentes en la sección 271, prefirió ir él, acompañado de otros mineros, para ver cuál era el problema con sus agremiados.
Sin embargo, señaló que al llegar a la barandilla e identificarse, de inmediato agentes federales que se encontraban en la guardia le dijeron: “Así es que tú eres Mario García el que se siente papá de los pollitos, ven cabrón, te vamos a dar tu merecido”, y de inmediato, narró, lo comenzaron a golpear, por lo que trató de escapar de los uniformados.
Logró llegar a la avenida Lázaro Cárdenas en el cruce con Heroica Escuela Naval Militar, en donde lo alcanzaron los federales y lo volvieron a golpear dejándolo casi inconsciente.
Indicó que ahí estuvo varios minutos y que cuando un socorrista de la Cruz Roja llegó a auxiliarlo, uno de los agentes le ordenó que se retirara, diciéndole “deja que se muera este perro”.
Señaló que al lugar acudieron varios mineros, quienes fueron golpeados por los federales. Ya no supo más hasta que despertó en la clínica Morelia, con tres costillas rotas y un ojo muy lesionado.
Coronavirus, la amenaza esta ahí afuera
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario