Rasmussen aboga por un cambio de estrategia de la OTAN en Afganistán.

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Anders Fogh Rasmussen, de 56 años y ex primer ministro danés, ha asegurado que la operación de Afganistán es su principal reto al frente de la secretaría general de la OTAN, tras tomar el sábado el relevo del holandés Jaap de Hoop Scheffer.

El nuevo secretario general ha instado a mejorar la seguridad del país centroasiático "provincia por provincia" y a desarrollar programas que permitan a las autoridades occidentales ganarse a la población afgana. "Necesitamos una presencia y esfuerzo en Afganistán. Pero lograr la paz y ganar los corazones significa que hay que darle al pueblo afgano mejores posibilidades", ha explicado Rasmussen.

Afganistán es la primera operación militar de la Alianza fuera de su escenario natural europeo. El liderazgo de la OTAN se lleva a cabo por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés, formada por 42 países) desde 2003. Sin embargo, el país celebra elecciones el próximo 20 de agosto y se encuentra sumido en una espiral de violencia.

"Necesitamos poner la estabilidad y la paz, pero el componente militar también tiene que ser más fuerte", ha reconocido el secretario de la OTAN en referencia al avance talibán a pocos días de los comicios generales y cuando el último mes de julio ha sido el peor de bajas militares extranjeras.

Rasmussen, aún así, ha abogado por concepto estratégico diferente y ha propuesto que la Alianza haga algo similar a lo que ha hecho EE UU en Irak con una transmisión de poderes a las autoridades locales y una cooperación civil. "Tenemos que defender los principios de los derechos humanos y apoyar más programas civiles. La OTAN necesita cooperar y ampliar su capacidad de ayuda con la Unión Europa y las ONG en este caso", ha dicho.