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El hasta ahora director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, propuso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la ministra de Defensa, Carme Chacón, un plan para retomar el control perdido de la organización que consistía en emprender una amplia limpieza del personal más desafecto del centro. Saiz planeaba depurar al menos a medio centenar de agentes del CNI. Según ha podido saber ELPAÍS, Zapatero y Chacón rechazaron el plan de Saiz, lo que le cerró cualquier posibilidad de seguir al frente de la organización y desencadenó la dimisión que presentó el martes a Zapatero.
La salida de Saiz tiene lugar en plena disputa interna de los servicios secretos españoles y coincide en el tiempo con la apertura por parte del Ministerio de Defensa de una "información reservada" sobre el cuerpo y, más concretamente, sobre lo que la titular del departamento, Carme Chacón, definió como "acusaciones anónimas" contra Saiz. Su sustituto será el general Félix Sanz Roldán, antiguo jefe del Estado Mayor de la Defensa, y que será nombrado mañana por el Consejo de Ministros.
El propio Saiz, que llegó a la cúpula del CNI en 2004 de la mano del entonces ministro de Defensa, José Bono, en sustitución de Jorge Dezcallar y que fue renovado hace apenas dos meses en el cargo, explicó convenientemente, según el Gobierno, las acusaciones sobre irregularidades que se le imputan durante una reciente sesión de la Comisión de Secretos Oficiales en el Congreso. Más preocupaban, según admitió el Ejecutivo, las presuntas disputas internas.
Desde la presidencia, el jefe del Gabinete socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que tomaría una decisión sobre la sustitución de Saiz una vez concluyera la investigación de Defensa, aunque se mostró muy tibio a la hora de defenderlo. Desde Nigeria, justo en el momento en que el director del CNI comparecía en la Comisión del Congreso, Zapatero expresó su deseo de que éste ofreciera "todas las explicaciones que debe dar". Y agregó: "La confianza la tiene toda persona mientras está en el cargo". Una frase tan obvia que sugiere justo lo contrario de lo que afirma.
En cuanto a su sustituto, Félix Sanz Roldán, que estuvo al frente del Estado Mayor de la Defensa entre 2004 y 2008, actualmente estaba destinado en La Moncloa como responsable de preparar la presidencia europea de España en asuntos de defensa. El general, hombre de confianza de Zapatero, como demuestra la voluntad del presidente de mantenerlo cerca después de que Chacón lo relevara al frente de la cúpula militar, tiene una amplia presencia internacional tras desempeñar durante muchos años la dirección de las relaciones internacionales de Defensa. De esta época, guarda muy buenos contactos con Estados Unidos. La titular de Defensa ha destacado desde Washington, donde se encuentra de visita oficial, la profesionalidad y competencia de Sanz Roldán, con quien espera que el organismo "obtenga aún más logros" que bajo la dirección de Saiz.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha manifestado tras conocerse la dimisión de Saiz que "lo importante es que su sucesor sea competente y conocedor de los temas que debe tratar". Tras explicar que no iba a valorar los motivos de esta renuncia, el titular de Interior ha subrayado que su departamento está "satisfecho" del trabajo y la colaboración del CNI en la lucha contra el terrorismo.
Situación "insostenible"
Desde la oposición, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha felicitado por la dimisión de Saiz y ha asegurado que su situación era "insostenible" y le estaba haciendo daño al CNI por mantenerse en el cargo, a pesar de las acusaciones publicadas en un periódico, informa Fernando Garea.
Sin embargo, preguntada por la conveniencia de que Jesús Merino sea apartado de la dirección del grupo Popular que ella encabeza tras ser investigado por el Tribunal Supremo acusado de cohecho, Sáenz de Santamaría ha asegurado que en ese caso es mejor esperar porque aún no saben de qué se le acusa exactamente. Es decir, que en su opinión en ese caso no es preciso que se aparte a Merino de su cargo.
Precisamente, el portavoz socialista, José Antonio Alonso, ha contrapuesto la dimisión de Saiz con la actitud del PP ante lo que califica de "retahíla de casos de corrupción", sobre los que no toma decisiones con los implicados. Según Alonso, eso demuestra la "baja calidad democrática" del PP.
Gaspar Llamazares (IU) ha criticado duramente la sustitución de Saiz y ha asegurado en el Congreso que es un "paso atrás, un retroceso y un error" sustituir a un civil por un militar. Considera que ha habido una "cacería" y disputas internas en el propio Gobierno que muestran su enorme debilidad.
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