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Toyota Motor Corp, la mayor automotriz del mundo, detendrá la producción de sus fábricas en Japón durante 11 días en febrero y marzo, debido a una profunda caída en sus ventas en Estados Unidos que dejó a sus concesionarios repletos de autos sin vender.
Las ventas de Toyota en su principal mercado se hundieron 37% en diciembre, su mayor disminución en más de 25 años y peor que la que sufrieron sus rivales estadounidenses General Motors y Ford Motor.
"Nunca esperé que la crisis se expandiera tan rápido y dejara esta herida tan profunda", dijo Katsuaki Watanabe, presidente de Toyota, a los periodistas en Tokio en un evento organizado por los mayores gremios de empresarios de Japón.
Toyota ya había anunciado que este mes suspendería la producción por tres días en las 12 plantas que opera directamente en Japón: cuatro de ensamblaje y ocho para motores, cajas de transmisión y otros componentes.
Tal suspensión de la producción local casi no tiene precedentes. En 1993, Toyota frenó la producción por un día debido a que la fortaleza del yen había aplastado las ventas.
Los vehículos fabricados en Japón abarcan 40% de las ventas de la compañía en Estados Unidos, donde los autos y camiones extranjeros se han estado apilando en los puertos y en los parques de venta.
Automotrices de todo el mundo están reduciendo su producción a medida que los consumidores, afectados por la escasez de créditos, se alejan de las adquisiciones de bienes duraderos, aunque las firmas los tienten con generosos incentivos.
Los rivales locales Honda Motor y Nissan Motor han recortado sus metas de producción en, al menos, 200 mil unidades cada uno para el año fiscal que termina en marzo.
Los analistas anticipan que ambos harán más ajustes entre enero y marzo.
Toyota no reveló el número de autos afectados por el recorte de producción. Juntas, las cuatro plantas de ensamblaje que tiene en Japón fabricaban un promedio de 130 mil autos por mes en el 2007, según los últimos datos disponibles.
La compañía planea convertir los 11 días de febrero y marzo en vacaciones pagadas, dijo un portavoz.
"DECEPCIONANTES"
Hace dos semanas, Toyota advirtió que reportaría la primera pérdida operacional anual de su historia, debido a una implacable caída en ventas y al asfixiante avance del yen, y dijo que ajustaría la producción si fuera necesario a partir de enero.
Los analistas señalaron que las malas ventas en Estados Unidos no fueron una sorpresa y que las perspectivas para la industria automotriz global siguen siendo difíciles.
"Para que el mercado accionario reevalúe a este sector, hay dos premisas: el final del flujo negativo de noticias y un horizonte de regreso a números positivos en el próximo año fiscal", expresó Koichi Sugimoto, analista del sector para Merrill Lynch, en una nota a clientes.
"En ese sentido, tendríamos que decir que los resultados (de ventas en Estados Unidos) fueron decepcionantes", afirmó.
Comentario:
Es una medida necesaria.
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