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En México se registran anualmente siete mil nuevos casos de cáncer en niños, lo que representa un problema de salud pública en el país, informó la jefa de Oncología del Hospital Infantil de México "Federico Gómez", Aurora Medina Sansón.
En entrevista, la especialista destacó que es importante saber que 70% de los niños que padecen cáncer se curan si este mal se les diagnostica de manera oportuna, lo que significa que ya no es sinónimo de muerte.
"Casi siempre la palabra cáncer se asocia a muerte, y la realidad es que los niños con un tratamiento oportuno tienen por lo menos la esperanza de curación. En 10 niños, siete pueden esperar una supervivencia prolongada", comentó.
La especialista de la Secretaría de Salud (SSA) hizo un estudio de este padecimiento que afecta a los menores de 15 años y reveló que es un problema que va en aumento; en México representa en población pediátrica 5% de los tumores malignos, expresó.
Aunque esa cifra parece pequeña, significa un problema de salud pública, ya que figura dentro de las 10 primeras causas de mortalidad en todos los grupos de edad pediátricos, explicó.
"Sólo en los menores de un año ocupa el lugar 15, pero en todas las demás edades está como una de las principales causas de muerte; particularmente en el grupo de cinco a 14 años, en donde ocupa el segundo lugar de mortalidad después de los accidentes, y de ahí la relevancia como problema de salud pública", detalló.
Con relación a los números, informó que en el país se considera que se diagnostican 122 casos nuevos de cáncer por cada millón de habitantes que tienen menos de 15 años de edad, lo que es importante pues más de 40 % de la población tiene menos de 18 años.
Con base en lo anterior, se estima que la cifra aproximada de casos nuevos de cáncer en el país está en unos siete mil por año, mientras que en todo el mundo se estima una cifra de 10 millones de casos nuevos de ese mal en niños.
Medina Sansón expuso que la mayor frecuencia de los casos se presenta en niños preescolares y escolares, entre los cuatro y 10 años de edad.
Entre el tipo de neoplasias que se presentan destaca la leucemia aguda linfoplástica, seguida por los tumores del sistema nervioso central, linfomas, el retinoblastoma -que es un tumor maligno en el ojo y ocupa los primeros lugares en los tumores sólidos- y los tumores renales y óseos.
Señaló que lo más importante es el diagnóstico oportuno, por lo que los médicos de primer contacto deben estar alertas para identificar enfermedades de ese tipo, pues el problema es que la mayoría de las veces los síntomas se confunden con males más comunes.
"Un ejemplo de diagnóstico tardío son las retinoplastías y los tumores de hueso, los osteorsarcomas, donde a los niños se les hincha la rodilla, presentan dolor y el médico lo confunde con otro padecimiento e incluso llevan a cabo intervenciones que aceleran la diseminación del cáncer en el organismo", dijo.
En el caso de las leucemias, que son las más frecuentes, se tiene una presentación aguda porque si se deja que evolucione la enfermedad terminaría con los paciente en semanas o meses.
"A veces los niños presentan sangrados por la nariz o por las encías, a veces presentan puntos púrpuras en el cuerpo, en las extremidades y fiebre, y la clave está en el estudio biometría hemática", añadió la especialista Aurora Medina.
Explicó que no se puede precisar cada caso a qué se debió o por qué el niño desarrolló cáncer, pero sí se sabe que tiene un proceso multifactorial que contempla cuestiones ambientales, aspectos propios del individuo, procesos infecciosos o un factor constitucional que lo predispone.
Medina Sansón indicó que los cánceres hereditarios son raros, no llegan ni siquiera a 15%, pero dentro de los que se heredan está el retinoblastoma, y aún así sólo 40% de los casos pueden llegar a heredarse.
Entre los factores ambientales que podrían influenciar a que un niño desarrolle cáncer está la exposición a radiación solar, así como elementos que se consumen en la dieta, o químicos a los que nos exponemos en el medio.
Entre ellos destacó los que se conocen como bencenos que contiene diferentes productos industrializados y a las toxinas que están en la naturaleza, como la tractoxina, que se produce por un hongo en los granos por la humedad. También están virus como el de la hepatitis B y el VIH/Sida.
La experta recomendó a los padres que hagan un hábito la revisión periódica del niño con un pediatra y atender los síntomas, porque muchos progenitores no le creen a sus hijos o no consideran importante que sufran un dolor de cabeza, de hueso u otros síntomas, a lo que se suma la automedicación.
Con relación a los costos para atender la enfermedad, la especialista destacó el apoyo que ofrece el gobierno federal a través del Seguro Popular para la atención de estas enfermedades en los niños, pues el promedio en un tratamiento es de 800 mil pesos y si requiere trasplante de médula se eleva hasta millón y medio.
"En 2005 se introdujo en el Seguro Popular la atención a las leucemias, lo que ha apoyado mucho sobre todo a los que menos tienen; ahora se cubren todas la neoplasias que se puedan presentar en la edad pediátrica", agregó.
Comentario:
Además de tratarse de un terrible mal, espeor aún atacando a los pequeños.
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