Empresa que reparaba jet de Ivan se deslinda del percance.

Noticia:


El Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva (CESAE) se deslindó de toda responsabilidad por el percance aéreo del 4 de noviembre en la ciudad de México del avión Learjet 45 de la Secretaría de Gobernación.

Además solicitó un amparo ante la decisión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de suspender sus operaciones indefinidamente.

CESAE fue contratada por la Secretaría para dar servicios de mantenimiento y pilotos al avión en el que perdieron la vida el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y otros funcionarios federales.

Víctor Montes, abogado de CESAE aseguró que la autoridad actuó en forma precipitada y de forma ilegal al emitir una sanción que no contempla la Ley de Aviación Civil y previo a la conclusión de la indagación.

Explicó que el contrato establece que para mantenimientos mayores el avión sería enviado al extranjero. En octubre de este año, el LJ45 recibió ese servicio por la empresa Standard Aéreo de Houston, Texas, donde se desmanteló y revisó por completo. “¿Porqué nos castigan como taller aeronáutico si nosotros no tocamos la aeronave la última vez? El avión regresó en óptimas condiciones”, expresó. Alega que la ley establece que una vez concluida la indagación, se determinará la causa y en su caso, se impondrán sanciones.

La empresa se fundó en diciembre de 1992 y obtuvo el permiso para operar (número 139) en marzo de 1993. Montes destacó que desde su constitución ha sido inspeccionada continuamente por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), nunca habían sido sancionada, y por lo mismo, les han venido renovando el permiso. Documentos presentados muestran que la última renovación fue en septiembre pasado.

La empresa ganó la primera licitación para la Segob en 2006, el siguiente año perdió el concurso y para 2008 lo volvió a ganar para dar mantenimiento integral al avión. Jesús Rangel Quintero, dueño de CESAE agregó: “Estaban tan a gusto que esta próxima licitación ahora sí iba a ser directa”.

Comentario:

Si se suspenden sus actividades sin comprobar realmente que la falla estuvo en ellos, muchos pensaremos que los están usando como chivos expiatorios. Lo cual ha sido una costumbre en México, no es culpa del "sospechosismo" de los mexicanos.