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Unas con dolor y tristeza, otras más con resignación y algunas que muestran todavía resistencia. Son las familias de la colonia La Malinche, en la delegación Magdalena Contreras, que han desalojado sus casas, las cuales fueron expropiadas para dar paso a la Supervía Sur-Poniente.
Vecinos informaron que la fecha límite que les dio el gobierno del Distrito Federal fue el 9 julio para desocupar las viviendas que serán demolidas.
Jorge Antonio Vázquez, montado sobre la barda de lo que fue su hogar durante 47 años, desprendía, a martillazos, las láminas que servían de techo.
“Es como dar un martillazo al corazón”, describió.
Él habitaba hasta antes del 6 de abril, día del decreto expropiatorio para la vialidad de peaje, en la vivienda ubicada en la calle de Rosa Norte 18 junto con 12 personas. Esposa, hijas y nietos.
Prefiere omitir la cantidad que recibió como indemnización, pero recalca, que no le alcanzó para comprarse una casa con las mismas dimensiones que la que fue expropiada. Era de 300 metros de superficie de construcción y dos niveles. Tuvo que aceptar el avalúo de su propiedad por parte del gobierno capitalino.
Encontrar una nueva vivienda, describe José Antonio Vázquez, fue casi un calvario. “Era levantarme muy temprano como a las seis, siete de la mañana para buscar. No encontraba nada y luego con la presión de encontrar algo porque pues ya nos dieron fecha para salirnos”.
Él, como la mayoría de las familias afectadas de la colonia Malinche, buscaron y encontraron casa dentro de la misma delegación Magdalena Contreras porque no podían perder el trabajo o la escuela para los niños.
En las calles de Rosa Norte, Rosa Sur, Duraznos, las fachadas de las casas tienen carteles en contra de la Supervía Sur-Poniente, que pretende conectar Santa Fe con Periférico. Sin embargo, la mayoría de las viviendas de la manzana 60 están deshabitadas.
Datos del gobierno capitalino refieren que de los 51 inmuebles expropiados en esta colonia, ya se pagaron 48 indemnizaciones. Faltan tres.Una de ellas es Feliciana González, quien habita en el número 18 Bis de la calle Rosa Norte.
“Ya qué podemos hacer si todos se van”, responde la señora al asegurar que está en negociaciones con funcionarios del gobierno del DF
Aún cuando faltan casi 20 días para que se venza el plazo de evacuación, la mujer, que tiene 59 años viviendo en la zona descartó que haya presiones por parte de las autoridades. “Más bien es la tensión que uno vive porque los demás se van y uno se queda”.
De acuerdo con testimonios de vecinos, las cantidades de las indemnizaciones fueron distintas. Hubo a quien se le pagó 138 mil pesos y otros alcanzaron hasta los 2 millones 500 mil pesos.
Mientras, el apoyo para las rentas y mudanzas oscilan entre los 15 mil y 50 mil pesos por vivienda.
María del Carmen Sánchez habita en la calle Durazno número 13 y empacó sus pertenencias para mudarse a su nueva casa, ubicada en la colonia El Tanque, el próximo fin de semana.
A un lado, la casa de su suegro es tirada a golpes por tres hombres.
El ruido se escucha metros abajo, donde están las últimas casas que se ubican en la barranca La Malinche y cercanas al parque La Loma.
“No me esperaba nada. Fue como un balde de agua fría, pero he aprendido que es mejor obedecer al gobierno. ¿Qué si estoy de acuerdo con la Supervía? No, nunca lo he pensado... Pues sí, si mejorará”, comenta la mujer que aquí nació, creció, se casó, formó una familia y ahora, junto con sus padres, hermanos y suegros, se cambiará de lugar de residencia. “Sí, sí da sentimiento porque aquí hice toda mi vida y ahora cada quien andará por su lado”, concluyó.
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