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La policía iraní usó gas lacrimógeno y chorros de agua de alta presión para dispersar ayer a miles de manifestantes en Teherán que se concentraron en abierto desafío del gobierno clerical, en la escalada del conflicto interno más grave desde la revolución islámica de 1979. Algunos manifestantes fueron golpeados, según testigos.
Los partidarios del candidato presidencial reformista Hussein Moussavi salieron a la calle para reclamar que el gobierno anule y repita las elecciones del 12 de junio, que oficialmente dieron una victoria abrumadora al presidente Mahmud Ahmadineyad.
Testigos describieron choques encarnizados cerca de la céntrica Plaza de la Revolución después que unos 3 mil manifestantes, muchos de ellos vestidos de luto, corearon “Muera la dictadura”.
La policía disparó gases lacrimógenos, cañones hidrantes y armas de fuego, pero no estaba claro si usó munición de guerra.
La televisión estatal en inglés confirmó que la policía usó bastones y otras armas no mortales contra las llamadas manifestaciones no autorizadas. Testigos dijeron a The Associated Press que entre 50 y 60 manifestantes gravemente heridos por la policía y milicias progubernamentales fueron llevados al hospital Imán Khomeini, en el centro de la ciudad. También se vio a manifestantes llevarse a rastras a sus camaradas heridos a golpes.
Algunos manifestantes aparentemente resistían los ataques e incendiaban las motocicletas de los milicianos en las calles aledañas a la Plaza Libertad, dijeron testigos.
Los helicópteros revoloteaban sobre Teherán. En todas partes resonaban las sirenas de las ambulancias y se alzaban columnas de humo negro. La policía y las milicias acordonaron la universidad de Teherán, donde los estudiantes coreaban “Muera el dictador”, dijeron testigos.
En tanto, Moussavi dijo que la república islámica debería limpiarse de lo que denominó mentiras y deshonestidad, en un abierto desafío a los gobernantes conservadores. Además, acusó que el fraude tenía meses de planificación.
Moussavi, que proclama su victoria en la elección, dijo a sus partidarios que estaba “preparado para el martirio”, según comentó un aliado del ex candidato. Pero el líder opositor agregó que no buscaba la confrontación con las autoridades.
“No estamos contra el sistema islámico ni sus leyes, sino contra las mentiras y las desviaciones, y sólo queremos reformarlo”, dijo en una declaración publicada en su sitio de internet al final del tumultuoso sábado.
El Consejo de los Guardianes había ofrecido un recuento de un 10% aleatorio de votos para demostrar la veracidad de los resultados, pero Moussavi boicoteó el recuento al no asistir a la convocatoria.
Suicida ataca en monumento a Khomeini
La información en los medios estatales de que un atacante suicida había hecho detonar una carga explosiva frente al mausoleo del ayatola Khomeini en el sur de Teherán agudizó el conflicto. En el ataque murieron al parecer dos personas y otras ocho resultaron heridas. De momento no hay una confirmación independiente. Se desconoce si el atentado suicida está relacionado con las protestas masivas. El mausoleo del líder de la revolución islámica es considerado un lugar sagrado para muchos iraníes.
El líder supremo, ayatola Ali Khamenei, dijo el viernes que Ahmadineyad era el ganador, la votación reflejaba la voluntad popular y ordenó a los líderes opositores poner fin a las protestas callejeras, pues en caso contrario serían responsables de un baño de sangre.
El presidente estadounidense Barack Obama instó a Irán a detener la represión “violenta e injusta”, en lo que representó su mensaje más vehemente a la fecha sobre la crisis.
“Exhortamos al gobierno iraní a detener todas las acciones violentas e injustas contra su propio pueblo”, dijo ayer Obama en un comunicado. “La supresión de las ideas nunca logra erradicarlas”.
Decenas de miles de personas, según los organizadores, se concentraron también ayer a las afueras de París para protestar por la “dictadura religiosa” y la represión en Irán y para solidarizarse con “el levantamiento” de la oposición en esa nación.
Varios miles de personas más, en su mayoría de origen iraní, marcharon contra el gobierno iraní en Hamburgo, Francfort y Stuttgart.
Comentario:
Los que acusan de fraude deben demostrarlo y la parte gubernamental, convencer de que el candidato que ganó lo hizo legalmente.
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Hace 4 años
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