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Fuerzas oficiales capturaron ayer la capital de facto de los Tigres del Tamil en el norte de Sri Lanka, en uno de los golpes más devastadores para los insurgentes y su lucha de un cuarto de siglo por un Estado independiente, dijo el presidente Mahinda Rajapaksa.
“Toda la nación debe agradecer a estos heroicos soldados que lograron esta victoria”, dijo Rajapaksa en un discurso transmitido por televisión. Sin embargo, el anuncio se vio opacado por el atentado suicida cometido por un rebelde que se desplazaba en una motocicleta y que detonó la carga explosiva que llevaba cerca del cuartel general de la Fuerza Aérea, en el centro de Colombo. El saldo: dos soldados muertos, además del suicida, dijo el vocero policial Ranjith Gunasekara.
El atacante, que detonó la carga cuando los soldados salían de trabajar, hirió además a 30 personas, incluyendo nueve militares, agregó. El ejército responsabilizó a los tigres tamiles que, como es habitual, no se pronunció.
En todo caso, que las fuerzas oficiales se hayan hecho del control de Kilinochchi es uno de los peores golpes que han sufrido los rebeldes, a quienes Rajapaksa instó a deponer las armas.
“Nuestros soldados valientes y heroicos han ocupado totalmente Kilinochchi, que era considerado el principal bastión de los TLTE”, dijo, utilizando las siglas de los rebeldes, cuyo nombre completo es Tigres de Liberación del Tamil Eelam. “Por primera vez me dirijo a los TLTE para que abandonen sus armas y se rindan”.
En la capital, Colombo, algunas personas encendieron fuegos pirotécnicos y ondeaban banderas de Sri Lanka. Otros besaban a los soldados, en señal de agradecimiento.
Estratégicamente, Kilinochchi no era un objetivo importante en la ofensiva del ejército contra los insurrectos, pero tiene un enorme valor simbólico como centro del estado de facto de los Tigres del Tamil. Estos usaron la ciudad como su sede política y militar en los últimos 10 años y crearon estructuras para un Estado independiente, como una policía, cortes judiciales e incluso oficinas fiscales.
El día de Año Nuevo, las fuerzas de seguridad ya habían tomado una importante ciudad ubicada unos kilómetros al norte de Kilinochchi.
Tras el fin de un cese del fuego con el LTTE, los militares inciaron, hace un año, una gran ofensiva en el norte de la isla, con la idea de destruir militarmente a los rebeldes. Los insurgentes combaten desde 1983 para crear un Estado independiente en el norte y este del país para los tamiles, que han sufrido décadas de marginación por los sucesivos gobiernos controlados por la mayoría cingalesa. En ese conflicto han muerto más de 70 mil personas. Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones han pedido una solución política de la crisis.
El ejército capturó Kilinochchi y desalojó a los insurgentes en 1996, pero la perdió en una contraofensiva rebelde en 1998.
Comentario:
El terrorismo es un mal peor al del hambre, porque se hace impulsado por el fanatismo y no por la pobreza y la falta de comida.
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