“Comí mariscos y estaban deliciosos”

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Después de comparar el impacto del desastre ecológico en el golfo de México con los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se trasladó ayer a la zona afectada para prometer que EU emergerá de esta catástrofe medioambiental “en mejor forma” que antes de que ocurriera el accidente en la plataforma de British Petroleum (BP) el pasado 20 de abril.

Obama insistió en que su gobierno ha puesto en marcha “la mayor respuesta” de la historia ante el peor desastre natural en el golfo, donde ayer se cumplieron 56 días de derrame.

“Vamos a seguir trabajando contrarreloj hasta que hayamos dejado atrás este calvario”, insistió Obama, en un intento por infundir optimismo.

En declaraciones al diario electrónico Politico, el mandatario había dicho: “De la misma forma en que los atentados del 11 de septiembre de 2001 destaparon las vulnerabilidades del sistema, el desastre (del golfo de México) va a cambiar nuestra forma de pensar sobre el medio ambiente y la energía en los años venideros”.

Obama aseguró además que es seguro comer marisco del golfo: “Comí marisco hoy y estaba delicioso” , dijo el presidente, quien insistió en que los reguladores seguirán vigilando la calidad de los crustáceos para asegurarse de que son aptos para el consumo.

El cuarto recorrido de Obama por los estados de Louisiana, Alabama, Missisippi y Florida coincidió ayer con el plan que dio a conocer BP para apurar los trabajos de contención y limpieza del derrame, que ya rebasan los mil 600 millones de dólares en costos de operación.

Según confirmó la empresa, con este nuevo plan las flotillas y trabajadores serán capaces de recolectar entre 60 mil y 80 mil barriles hacia fines de de julio. Sin embargo, BP reconoció que a pesar de este aumento sustancial, aún habrá una fuga que seguirá contaminando las aguas del golfo de México.

El nuevo plan de la petrolera británica responde al ultimátum que le dio la administración Obama el pasado viernes y coincide, además, con la iniciativa que impulsan de forma conjunta la Casa Blanca y un grupo de legisladores para obligar a la empresa a crear un fondo de más de 20 mmdd que sería gestionado por una entidad independiente para enfrentar las demandas de indemnización contra BP. “Con este fin, me reuniré este miércoles con el presidente ejecutivo de BP y un grupo de funcionarios del gobierno. Hemos iniciado conversaciones para saber de qué manera estructuramos un mecanismo para responder a las legítimos reclamos de los afectados de forma justa y eficaz”, aseguró Obama ayer mismo.

Acusan a petrolera de negligencia

Un grupo de congresistas demócratasinició una ofensiva para denunciar a la empresa británica por la negligencia y codicia mostrada antes y después de uno de los peores derrames petroleros en la historia de la nación.

En una carta dirigida al presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, los congresistas demócratas, Henry Waxman y Bart Stupak —ambos integrantes del comité de energía y comercio y del subcomité de supervisión e investigaciones de la Cámara Baja—, acusaron a la empresa y a sus ejecutivos de haber actuado con negligencia y autorizado “operaciones arriesgadas”, con el fin de apurar los trabajos y evitar costos de operación.

“BP tomó múltiples decisiones por razones económicas que aumentaron el peligro de un accidente catastrófico en el pozo” petrolero, asegura un pasaje de la carta que ha formado parte de las indagatorias que realiza el Congreso de Estados Unidos para esclarecer las responsabilidades de la empresa británica que éste miércoles se verá cara a cara con Barack Obama.

El mandatario dirigirá hoy un mensaje a la nación sobre el derrame.