Norcorea corta sus relaciones con Seúl

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Corea del Norte decidió cortar todas sus relaciones con Corea del Sur y puso en nivel de máxima alerta a su Ejército, después de que Seúl lo hiciera responsable del hundimiento de un buque de guerra sudcoreano y anunciara medidas de respuesta.

Pyongyang decidió cortar sus relaciones con Seúl y expulsar a todos los sudcoreanos que se encuentran en el parque industrial de Kaesong, que los dos países gestionan conjuntamente y situado en esa ciudad fronteriza norcoreana, anunció ayer un comunicado norcoreano.

Además, anunció, todos los problemas que atañan a las relaciones intercoreanas serán tratadas bajo la “ley de tiempos de guerra”, citaron medios estatales.

El líder norcoreano Kim Jong Il había dado la orden de poner alerta al Ejército la semana pasada, informó el martes el grupo Solidaridad de Intelectuales Norcoreanos, asentado en Seúl, citando a informantes de Pyongyang. En el comunicado, Kim asegura que no quiere la guerra, pero que su país está dispuesto a responder a cualquier ataque del vecino del sur. El polígono industrial, en el cual empresas de Corea del Sur emplean mano de obra barata de Corea del Norte ha sido durante mucho tiempo una fuente muy importante de ingresos para Pyongyang.

Corea del Norte reaccionó así a las medidas de castigo impuestas el lunes por su vecino del sur por el hundimiento de la corbeta Cheonan, que dejó 46 muertos el pasado 26 de marzo, después de que una investigación concluyera que se debió al ataque de un torpedo norcoreano.

Corea del Norte aseguró que la Marina del país vecino violó la controvertida frontera del mar Amarillo, mientras un portavoz militar advirtió que el país adoptará “contramedidas militares prácticas” para “defender su frontera”.

Por su parte, el Ejército sudcoreano reanudó, tras seis años de interrupción, las emisiones de propaganda antinorcoreanas: el programa radiofónico con noticias y música occidental se emite con el título “Voz de la Libertad”.

Maniobras conjuntas

La agencia de noticias sudcoreana Yonhap informó que las fuerzas sudcoreanas planean para mañana maniobras en el mar, demostrativas de su fuerza militar.

Corea del Sur y Estados Unidos además planean maniobras marítimas conjuntas, informó el lunes el Departamento de Defensa estadounidense.

“En vista de este accidente las acciones son importantes para construir un fuerte fundamento de colaboración y disuasión” dijo el protavoz del Pentágono, Bryan Whitman, sin dar detalles sobre el momento de las maniobras ni sobre la cuantía de soldados y barcos que participarán en los ejercicios. Corea del Norte suele poner en estado de alerta a sus tropas cuando se realizan esas maniobras. La última vez fue en marzo.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo el martes en China que Washington y Beijing trabajarán juntos para lograr una respuesta “efectiva, apropiada” al hundimiento, que Estados Unidos condenó. Clinton dijo que ambas partes debiesen examinar el tema con tiempo, sugiriendo que acciones rápidas de parte del Consejo de Seguridad son improbables. “(China) comparte con nosotros la meta de una península coreana desnuclearizada y un periodo de cuidadosa consideración para determinar la mejor forma de seguir adelante para tratar con Corea del Norte”, aseguró.

En Washington, el portavoz del Departamento de Estado P.J. Crowley indicó que el enfoque de Pyongyang era “extraño (...) No puedo imaginarme un paso que sea tan bajo en el interés a largo plazo del pueblo norcoreano que cortar las futuras relaciones con Corea del Sur”, declaró.

Rusia busca moderación

Rusia, que al igual que China y Estados Unidos tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, instó a la moderación. China, el único gran aliado de Corea del Norte y que efectivamente financia su economía, ha intentado mantenerse lejos de la disputa, pidiendo calma y negándose a expresar apoyo al informe internacional sobre el hundimiento del Cheonan. Eso significa que Corea del Sur tiene posibilidades casi nulas de ganar mayores sanciones de la ONU contra su vecino.

El asunto dominará las conversaciones que hoy mantendrá Clinton en Seúl, a donde llegó tras estar en Beijing. La mayoría de analistas duda de que alguna de las partes se arriesgue a ir a una guerra, que sería suicida para Norcorea y económicamente ruinosa para Corea del Sur.