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El periodista cubano en huelga de hambre, Guillermo Fariñas, reiteró ayer que las autoridades cubanas comenzarán hoy a trasladar a cárceles en sus provincias de origen a los disidentes presos, al tiempo que hospitalizarán a los enfermos, como resultado del diálogo entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia católica.
La portavoz de las damas de blanco, Laura Pollán, declaró a la prensa que representantes del grupo formado por madres y esposas de opositores presos se reunieron el sábado con el cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, y otros dirigentes eclesiásticos, quienes les anunciaron que “próximamente habría sorpresas”, aunque quedó claro que no se produciría una liberación inmediata de presos.
“En ningún momento nos dijeron que se iba a soltar presos, sino que se va a ir haciendo escalonadamente”, afirmó Pollán después de desfilar junto a unas 40 mujeres a la salida de misa en el barrio de Miramar en La Habana, donde suelen marchar los domingos desde hace años vestidas de blanco y portando gladiolos.
Pollán agradeció los esfuerzos de la Iglesia católica por la liberación de presos y expresó su esperanza. “Esta es una escalera, no podemos subir de un salto todos los escalones, no sabemos (...) cuántos (presos) van a ser (liberados) ni cuánto va a demorar”, señaló Pollán. Agregó que no pueden pensar que los presos políticos “van a salir simultáneamente” todos.
Castro y el cardenal Ortega mantuvieron el miércoles pasado una conversación de más de cinco horas, en la que el líder eclesiástico exigió la liberación de los presos políticos y de conciencia, unos 200 según organizaciones defensoras de derechos humanos.
Fariñas aseguró que el obispo auxiliar de La Habana, monseñor Juan de Dios Hernández, le comunicó dicha decisión del gobierno en una visita que le hizo al hospital en el que se encuentra internado en Santa Clara, en el centro del país.
Una fuente eclesiástica que no quiso ser identificada confirmó la visita del prelado al disidente, así como las medidas anunciadas al cardenal arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, por el secretario del Consejo de Estado de Cuba, Homero Acosta. No obstante, no existe aún confirmación oficial del gobierno cubano.
Fariñas dijo que su intención es seguir adelante con su huelga hasta que queden en libertad los 26 presos que exige, pese a que el gobierno los traslade cerca de sus familias y hospitalice a los más enfermos. “Comenzamos esta huelga de hambre y de sed, no por la relocalización en sus provincias de residencia, ni por su hospitalización inmediata, sino por la liberación de los 26 presos políticos y de conciencia más enfermos. Es un paso de avance, pero no es lo que estamos solicitando”, dijo.
“Estamos a la espera de mañana (hoy lunes). Pensamos que es un paso de avance muy positivo”, dijo Fariñas por teléfono a DPA. Según el disidente, el obispo auxiliar de La Habana le comunicó que a finales de la semana podría haber un nuevo encuentro entre el gobierno y la Iglesia para debatir sobre la excarcelación de los presos.
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