Reyes Baeza atribuye asesinato a xenofobia.

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El gobernador José Reyes Baeza Terrazas afirmó que el homicidio de Sergio Adrián Hernández Güereca, de 14 años, obedece a una “conducta xenofóbica y racista”, derivada de la aprobación de la “Ley antiinmigrante” en Arizona.

El Ejecutivo de Chihuahua lamentó el asesinato del menor, ocurrido la tarde del pasado lunes, mientras jugaba con cuatro amigos en las inmediaciones de la zona “Puente Negro”, en Ciudad Juárez, en los límites con El Paso, Texas.

“Consideramos que este asesinato, el segundo en los últimos días que ocurre en la franja fronteriza entre los dos países (luego de la golpiza que sufrió Anastasio Hernández Rojas en la garita de San Ysidro, en Tijuana, frontera con San Diego), se debe a una conducta xenofóbica y racista, derivada de la aprobación de la ley antiinmigrante SB-1070 en Arizona”.

Agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos habrían disparado la tarde del lunes en al menos dos ocasiones contra el joven Hernández Güereca, luego de ser presuntamente atacados a “pedradas” por migrantes indocumentados en el Puente Internacional Paso del Norte.

El hecho fue condenado por autoridades federales y estatales de ambas naciones, y se comprometieron a una investigación expedita, pues en menos de 10 días han ocurrido dos incidentes mortales —a manos de agentes estadounidenses— en contra de mexicanos.

“Piedras contra pistolas”

El alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, consideró como un “exceso de fuerza” responder con pistolas a la agresión con piedras que pudieron recibir los agentes de la Patrulla Fronteriza. Dijo que solicitará a los gobiernos de Estados Unidos y México un “informe detallado” de lo ocurrido, pues el acto amenaza con crispar las relaciones entre los dos países.

Reyes Ferriz condenó los hechos y dijo que habrá que esperar la investigación que lleva a cabo el Buro Federal de Investigación (FBI, por su siglas en inglés), para deslindar responsabilidades y conocer a detalle lo sucedido.

El cónsul de México en El Paso, Roberto Rodríguez Hernández, precisó que la cancillería mexicana solicitará al gobierno de Estados Unidos una investigación expedita y transparente de los hechos y, en su caso, el castigo de los culpables, por “el uso desproporcionado de la fuerza letal aplicado contra el mexicano”.

Portavoces del FBI explicaron que la Patrulla Fronteriza respondió a una agresión de migrantes en el “Puente Negro”. Un primer elemento detuvo al mexicano Óscar Iván Pineda Ayala, mientras que otro policía, que llegó al lugar en bicicleta, detuvo a Agustín Alcázar Reyes, al tiempo que otros inmigrantes corrían rumbo a México y presuntamente comenzaron a lanzar piedras en contra del agente.

Andre Simmons, vocero del FBI, dijo que los individuos rodearon al segundo agente que mantenía al inmigrante detenido en el suelo y advertía a sus atacantes que se alejaran. “Ellos continuaron y el agente disparó en varias ocasiones su arma en contra del mexicano”.

Agregó que por la falta de delimitación en el “Puente Negro” no se ha concretado si el menor estaba en territorio de EU en el momento de recibir los impactos o trastabilló a México después de ser herido.

Jesús Hernández, padre del menor, detalló en entrevista que un agente “comenzó a tirar balazos” cuando su hijo se acercó a la línea fronteriza luego de ir por dinero con uno de sus hermanos. “Le pegó dos en la cabeza a mi niño, a mi bebé”.

“Alegan que lo mató de aquel lado y vino a caer del lado mexicano. No puede ser cierto, porque son muchos metros de distancia”. Pidió al presidente Felipe Calderón hacer justicia: “Que se amarre los pantalones y que vea lo que está pasando”. (Con información de EFE)