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Las iniciativas para transformar el régimen político mexicano que se analizan en el Senado están “inacabadas” y son “insuficientes” para terminar con la parálisis legislativa, establecer límites al sistema presidencial y elevar a rango constitucional el plebiscito, referéndum e iniciativa ciudadana.
El Centro de Estudios Espinosa Yglesias presentó la Evaluación conjunta de las Iniciativas de Reforma Política, en la que participaron 12 académicos, entre ellos el secretario técnico de la Comisión de la Reforma del Estado en el Senado, Lorenzo Córdova, y el politólogo Ricardo Raphael de la Madrid.
Los panelistas coincidieron en que el país no está preparado para avanzar hacia un sistema semiparlamentarista, pero consideraron que el presidencialismo puede adoptar “prácticas parlamentarias” como establecer la facultad del Congreso para ratificar al gabinete.
“Las iniciativas presentadas no resuelven una ecuación simple, presidencialismo y multipartidismo; el sistema presidencial funciona bien con dos partidos”, explicó Alberto Aguilar, uno de los involucrados en el estudio.
El grupo de investigadores consideró que existen condiciones para aprobar la reelección de legisladores solamente en el caso de quienes llegaron a la curul por voto, pero en el estudio señalaron que para lograr la rendición de cuentas será necesario legislar una ley secundaria que obligue a los partidos a transparentar el destino de sus recursos.
En el análisis también participaron María Amparo Cazar, Luis Carlos Ugalde, Diego Valadés, Jesús Silva-Herzog Márquez, José Paoli Bolio, Miguel Carbonell, Ulises Beltrán, entre otros.
Los académicos calificaron con 10 propuestas medulares de la iniciativa presentada por el PRI en el Senado.
Sin embargo, el centro de investigación no tomó en cuenta la iniciativa impulsada por la bancada priísta en San Lázaro.
No aprueban
El valor numérico responde a la simplicidad y claridad en el planteamiento y, por tanto, a la factibilidad de instrumentación.
La iniciativa del PRI obtuvo 9 en 10 de los 17 aspectos que revisaron los investigadores.
Pero los mecanismos para ciudadanizar la política no alcanzaron en ninguna de las cinco iniciativas analizadas calificación aprobatoria (5.7).
El modelo para instrumentar la consulta popular, referéndum y plebiscito no cumple con “estándares mínimos de calidad”.
Por ejemplo —explican en el texto difundido— no queda claro si se vinculan también las reformas constitucionales.
“Si bien pueden favorecer la participación ciudadana, ello sólo sería aplicable en políticas públicas, pero no en leyes”, establece el documento.
El historiador Ulises Beltrán consideró que “sólo integraron el tema para vender la reforma”.
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