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El clima generalizado de violencia que se vive en el país, ha dejado sin gasolina a la industria de arrendamiento de vehículos que enfrenta uno de sus momentos más difíciles, coinciden empresarios del sector.
Los últimos 17 meses han sido duros para el ramo, ya que ha experimentado una drástica contracción de hasta 50% en sus operaciones, debido principalmente a los altos índices de delincuencia e inseguridad que prevalecen en el país. Este factor se suma a la caída del turismo y a la crisis económica que han puesto en aprietos a muchas empresas que viven de esta actividad, afirma Bernardo Otero, director general de la arrendadora de autos Budget Car Rental México.
De las 65 firmas prestadoras de servicios que están inscritas dentro de la Asociación Nacional de Arrendadoras de Vehículos (ANAVAC), 40% están en proceso de desaparecer, por la caída del sector, afirma Antonio Arroyo Rodríguez, titular de la asociación.
De las 30 mil unidades que integran el parque vehicular distribuido a lo largo y ancho de la República Mexicana, sólo 14 mil se utilizan como vehículos utilitarios; el turismo de viaje por carretera prácticamente esta muerto, ya que muchas personas están usando el transporte aéreo como alternativa, ante la falta de seguridad que existe en la red de carreteras del país, asegura Gerardo Guerrero, ejecutivo de la empresa Arista.
Muchas de las pequeñas y medianas compañías están llegando a su límite de sobre vivencia, lo que las obliga a reducir su personal a niveles mínimos ante la nula reactivación de la industria. De continuar esta situación, afirma Sergio Fernández, gerente de A,B,C, el cierre de agencias podría darse en racimo, y en el mejor escenario posible es que se frene la caída para que no nos arrastre al fondo del abismo.
Hasta octubre de 2008 esta actividad experimentó una expansión constante de dos dígitos y generaba mensualmente 800 millones de pesos. Ahora el panorama se presenta oscuro a pesar de la mejora en la actividad económica del país. “Aunque los primeros signos de recuperación se podrían presentar hasta mediados de 2011”, comenta Otero.
El ejecutivo de Budget Car Rental México explica que la caída del turismo generado por el clima de inseguridad, provocó que más de 50 mil reservaciones fueran canceladas para la marca en 2009, lo que se tradujo en perdidas por 100 millones de pesos. Sin embargo, a pesar de la caída del mercado, la empresa ha mantenido su plantilla de más de mil empleados en nuestro país.
Pero conforme pasa el tiempo, los costos operativos continúan siendo una fuerte carga para las compañías, muchas de las cuales han prorrogado la sustitución de sus unidades.
Sector en alerta
El problema que enfrenta la industria del arrendamiento de autos está alcanzando proporciones de alerta, expone Ramón Reyes, director de Ventas para Latinoamérica de Budget Car Rental.
“La actividad en el país está por debajo de los niveles de Costa Rica, Jamaica y El Salvador; esto ha ocasionado como efecto colateral la caída libre del turismo desencadenado por la alerta sanitaria ocasionada por el brote de influenza detectado en marzo de 2008”, expresa.
El empresario que radica en Miami, asevera que se debe trabajar en conjunto para poner a flota a este sector.
“Sin afán de ser crítico ante esta situación el gobierno mexicano y los grandes hombres de los capitales deben trabajar juntos para reactivar el turismo no sólo en beneficio de la industria de arrendamiento, sino para toda la actividad económica”, comenta el directivo.
Reyes añade que resulta prioritario recuperar los visitantes extranjeros que se han perdido por la mala imagen que se muestra en el extranjero, hasta hace algunos años el país estaba entre los principales destinos de playa y coloniales en todo el mundo.
En nuestro caso estamos contribuyendo con un granito de arena para cambiar la percepción que se tiene en Estados Unidos y Canadá, para ello, Budget destina 500 mil dólares para publicidad y promoción que promueve la renta de autos en México, comenta.
Se suman más jugadores
A pesar del clima de incertidumbre de negocio para la industria de arrendamiento, nuevos jugadores de talla mundial se están sumando al mercado, como es el caso de la compañía número uno de Europa, SIXT con sólo seis meses operando en el territorio.
Eduardo Alba, distribuidor exclusivo de la marca, dice que existen buenas posibilidades para expandir el negocio a pesar del clima de la violencia en la zona norte del país. Sin embargo, agrega, las oportunidades que brinda el país son buenas.
Aunque existen más de 100 competidores operando entre chicos, medianos y grandes, sólo ocho son de calidad internacional, aunque SIXT es una empresa poco conocida, nuestros estándares de calidad y nuestros sistemas de operación nos posibilitan un ingreso relativamente cómodo, detalla el empresario.
El impacto de la crisis económica en la industria de arrendamiento nacional ha sido devastador, ya que muchas empresas dedican importantes montos de inversión a la compra de vehículos y distraen esos recursos en activos fijos con depreciaciones muy altas y costos de mantenimiento que limitan sus posibilidades de crecimiento, agrega Arroyo Rodríguez, gerente general de Promusa, empresa de renta de autos.
Existen varios factores que están empujando a esta industria hacia abajo, los costos de las unidades se han elevado entre 10% y 15%, las aseguradoras también subieron las primas de sus pólizas por el nivel de siniestralidad.
Aunque estamos cerrando filas dentro de la asociación para mejorar las condiciones con las aseguradoras, con las armadoras, y en general, con los proveedores de servicios que se mueven alrededor de este sector de arrendamiento de vehículos, la baja demanda no nos permite ni siquiera llegar al punto medio de operaciones, por lo que muchas empresas del ramo desaparecerán, dice.
Transporte de carga
El servicio de carga es una rebanada del pastel que por muchos años fue menospreciado por los grandes corporativos, ahora se ha convertido en un nicho de oportunidad en una época donde el mercado se encuentra deprimido por la ola de inseguridad y la ausencia de turismo en las grandes ciudades.
De las 65 empresa registradas en la ANAVAC, alrededor de 35% han incursionado poco a poco en el segmento de carga; ahora podemos ver a las grandes franquicias internacionales tratando de abrir un espacio, aunque aún representan hasta 30% de sus ingresos totales, afirma el titular de la asociación.
Los problemas que enfrenta este rubro están forzando su recomposición; de hoy en adelante podremos ver a compañías absorbidas o compradas como una salida a la caída de esta actividad, muchos de los competidores de tamaño pequeño tendrán que salir del mercado, desaparecer y ocupar el tiempo en otras actividades no tan afectadas por la crisis, señala el directivo.
Crece robo de unidades
Desde hace tres años el nivel de siniestralidad o robo de los vehículos de renta va en aumento, aunque a disminuido por el número de unidades que circulan en las calles, es un fenómeno que se percibe de manera más regular.
Anteriormente las unidades sustraídas eran vehículos de segmentos altos o robadas en los lugares donde se estacionan, ahora la delincuencia se roba todo tipo de automotor, ya sea de carga o pasaje a cualquier hora del día, para desmantelarlas o utilizarlas, para realizar fechorías, comenta Gerardo Guerrero.
“Lo que están haciendo las empresas es que les quitamos los rótulos o las marcas que puedan alertar a los rateros de que sean vehículos de renta, lo que reduce las posibilidades de robo”, aclara.
El perder una unidad siempre representa un problema para las empresas, pero cuando estamos hablando de firmas pequeñas con una flota de 10 o 15 unidades, entonces es un problema mayor, ya que reduce su operatividad, además de que se requiere un fuerte desembolso para reponer el vehículo en tiempos como los que estamos viviendo, menciona el operador de Arista.
La mayor parte de la flota de vehículos en renta de las empresas medianas y grandes cuenta con sistema de monitoreo vía satélite (GPS), para poder saber en todo momento la ubicación precisa de cada unidad en tiempo real, lo que ha reducido el robo de vehículos, comenta el empleado de Royal Rent Car.
Empresarios del sector coinciden en que el clima de inseguridad y la baja de manda de los servicios en el país, ha obligado a concesionarios a cerrar o reubicar algunas de las agencias, sobre todo en la zona norte del país. Los puntos más atractivos para esta actividad continúan siendo Cancún, Playa del Carmen, Distrito Federal, Vallarta y Los Cabos.
Piratería, otro problema
La baja demanda del mercado ha propiciado que surjan muchos operadores piratas, y se vea en las calles dos o hasta seis unidades transitar. Con el afán de sobrevivir en las zonas turísticas se ha desatado una guerra contra las marcas registradas para arrebatarles clientes a través del ofrecimiento de tarifas más cómodas, pero que conllevan un alto riesgo por ser unidades en mal estado y sin seguro de cobertura contra siniestros, alerta Antonio Arroyo Rodríguez, presidente de la ANAVAC.
De acuerdo con Ramón Reyes, de Budget Car Corporation, la recuperación del sector depende fundamentalmente de tres ejes: uno, reposicionar la imagen de México en el extranjero que muestra que el problema de inseguridad existe, pero está focalizado en determinadas regiones del país, y por ende atraerá nuevos turistas que reactivarán el gremio. Dos, deben los gobiernos federal, estatales y municipales mejorar la infraestructura carretera para incentivar el turismo carretero. México cuenta con enormes atractivos, de playa, de aventura, coloniales y no se están aprovechando este potencial. Y tres, es prioritario reducir los niveles de violencia e inseguridad para detonar el turismo.
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