Busca América Latina nuevo orden financiero.

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Gobernantes de América Latina y el Caribe formularon críticas al sistema financiero internacional y llamaron a fortalecer la integración regional frente a la crisis mundial, al abrir el martes una cumbre de dos días sin la presencia de Estados Unidos.

La cumbre continental, denominada Primera Conferencia América Latina y el Caribe (CALC), fue convocada por el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva para fomentar el acercamiento entre los diferentes bloques de integración regionales, como la Comunidad del Caribe, los centroamericanos, los andinos y Mercosur.

De hecho, los líderes del área celebraron ayer cuatro cumbres: de la CALC, del Mercosur, del Grupo de Río y de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas).

En el primero de dos días de reunión en este balneario del noreste de Brasil, los 33 gobernantes o sus representantes, insistieron en la necesidad de transformar la arquitectura financiera internacional para aumentar la participación de los países del área y darle mayor transparencia.

“Queremos ser protagonistas, no meros espectadores en los teatros donde se deciden las perspectivas de bienestar y prosperidad para nuestros pueblos”, dijo el mandatario brasileño.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, abogó por una estrategia exclusivamente regional, mediante la cual los países que pudieran hacerlo destinarán 10% de sus reservas de divisas para financiar proyectos de integración y desarrollo en América Latina y el Caribe.

Chávez afirmó que la participación del gobernante cubano Raúl Castro en la cumbre de América Latina y el Caribe es una señal del fin de la hegemonía estadounidense en la región. “La presencia de Cuba es una señal muy fuerte de que Estados Unidos ya no manda en América Latina”.

El tono distendido con el que Chávez intercambió bromas con el presidente brasileño durante la primera plenaria de la cumbre, que concluye hoy, contribuyó a rebajar la intensidad de los rumores sobre supuestas diferencias entre ambos mandatarios por el protagonismo que ha adquirido Lula en la región.

“Se ha consolidado la necesidad de una transformación profunda de las instituciones financieras mundiales. Necesitamos que tengan mayor representantividad, mayor transparencia y que puedan evitar nuevas crisis”, expresó la presidenta chilena Michelle Bachelet en la conferencia. En el mismo sentido, el mandatario cubano Raúl Castro planteó que “nuestra región debe exigir el rediseño del sistema financiero internacional y la restructuración de las relaciones económicas entre los países”.

La cita en Do Costa de Sauípe coincidió con un encuentro del Mercosur más temprano, que planteó la urgencia de mantener los programas sociales de cara a la crisis mundial.

Asimismo, el Grupo de Río se congregó brevemente al final de la jornada del martes sólo para ratificar su decisión de admitir a Cuba como miembro de la organización.

Lula manifestó su esperanza de que el gobernante electo de Estados Unidos, Barack Obama, levante el embargo económico a Cuba. Por su parte, Raúl Castro, agradeció a sus colegas latinoamericanos y caribeños su “firme apoyo” a la demanda de suspensión del embargo de Estados Unidos a la isla.

El canciller de Brasil, Celso Amorim, aseguró que la presencia de Cuba en el Grupo de Río y en la I CALC no se destina a “presionar a nadie”, pero admitió que podría ser interpretada como un mensaje al futuro presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

“Si sirve para que el futuro presidente de Estados Unidos sepa hacia dónde están soplando los vientos, me parece útil”, agregó. El Mercosur y la Unasur concluyeron sus respectivas cumbres sin resolver varios asuntos pendientes, como la eliminación del doble arancel común en el caso del primer bloque y la elección del secretario general en el del segundo.

La cumbre de Unasur aprobo la creación de un Consejo Sudamericano de Defensa, un foro de concertación entre ministros del ramo que estuvo estancado por oposición de Colombia. La declaración establece que el Consejo de Defensa Sudamericano tendrá una instancia ejecutiva integrada por viceministros de Defensa de los Estados miembros y que su dirección corresponderá al país que ocupe la presidencia temporal de la Unasur.

Unasur se dio de plazo hasta el próximo mes de abril para que todos los países ratifiquen el tratado constitutivo de ese organismo y elijan por “consenso” al secretario general permanente.

Comentario:

Lo más difícil será dejar a un lado criterios políticos e ideológicos y concentrarse en aspectos económicos y financieros.