EU: fallaron 40 años de guerra antidrogas

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Luego de reconocer que la guerra de casi cuatro décadas contra las drogas no ha tenido gran éxito para la mayoría de los estadounidenses, el zar antidrogas de la administración Obama, Gil Kerlikowske, anunció ayer un cambio en la estrategia de la lucha antinarcóticos, que pasará por “romper con el círculo vicioso” de la dependencia y la delincuencia en Estados Unidos y afianzar, al mismo tiempo, los lazos internacionales con países como México para destruir a los cárteles, así como poner fin a un trasiego que supone un elevado riesgo para la salud y la seguridad de la nación.

Aseguró que “desde que el presidente Richard Nixon declaró a las drogas como el enemigo público número uno [de la nación], hemos estado hablando de la guerra contra las drogas, y la verdad no creo que el pueblo estadounidense haya visto un gran nivel de éxito.

“Seguir llamándola ‘guerra’ nos limita en recursos. Tenemos que ver este como un problema de seguridad, pero también de salud”, enfatizó el funcionario al insistir en la necesidad de que EU rompa de una vez por todas con el círculo vicioso de consumo: drogas-crimen-delincuencia-encarcelamiento, mientras apuesta por la prevención y la reinserción social.

Una estrategia en la que, según advirtió el zar antidrogas, queda excluida la posibilidad de legalizar a nivel federal cualquier tipo de enervantes.

El plan, que representa un golpe de timón de la administración Obama a la luz de los escasos éxitos de la guerra antinarcóticos de los últimos 40 años, propone reducir el consumo juvenil de enervantes en 15% en los próximos cinco años y lograr metas similares en su uso crónico y en las muertes provocadas por su uso.

Descartan ataque frontal a cárteles

Para lograr sus objetivos, Washington se propone lanzar una de las más agresivas campañas de publicidad.

Además, dará importancia especial a los programas comunitarios antidrogas, alentará a proveedores médicos a detectar problemas de enervantes antes de que se afiance la drogadicción, y expandirá el tratamiento más allá de centros especializados a instalaciones regulares de salud.

Como parte de esta labor, se reprimirá el uso indebido de medicamentos de venta por receta y se alentará a las comunidades a devolver los productos sobrantes.

En rueda de prensa con medios internacionales, Gil Kerlikowske reconoció que aunque su país ha dejado de ocupar el primer lugar en consumo de narcóticos (en términos per cápita), “el volumen de drogas que consumimos sigue teniendo un efecto desastroso no sólo aquí en EU.

“Esto lo hemos reconocido de forma abierta e inequívoca en declaraciones que han realizado, entre otros, la secretaria de Estado Hillary Clinton, quien ha hablado de nuestra responsabilidad compartida y de nuestra obligación a la hora de reducir la demanda”, dijo.

La nueva estrategia, detalla el documento, pone mayor énfasis en la prevención que en el combate frontal y punitivo contra la droga. Parte del reconocimiento de que “EU sigue siendo uno de los mercados más lucrativos de enervantes”.

Pero insiste en la necesidad de ampliar la cooperación internacional para “entender más a fondo los puntos vulnerables de las bandas de traficantes de estupefacientes, combinando los conocimientos de nuestros organismos de inteligencia y de aplicación de la ley”.

En el documento se destaca que “EU comparte con las naciones de producción y tránsito la responsabilidad de la existencia de las empresas delictivas.

El plan, que ha recibido la venia del presidente Obama, se da conocer una semana antes de la visita de Estado que realizará el presidente Felipe Calderón a EU.

Nada más conocerlo, organizaciones como la Oficina de Washington para Latinoamérica dijeron que si bien “no supone una drástica ruptura con el pasado”, es “un paso en la dirección correcta”.