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La red de complicidades dentro de Pemex habría aprovechado durante casi 10 años “información confidencial” y los endebles sistemas de seguridad de la paraestatal para incrementar la ordeña de ductos.
Documentos de la empresa indican que todos los directores de Pemex y de la filial Pemex Refinación desde 1998 (Adrián Lajous Vargas y Jaime Mario Willars Andrade; Rogelio Montemayor Seguy; Raúl Muñoz Leos, Armando Leal Santana y Juan Bueno Torio; Luis Ramírez Corzo y Miguel Tame Domínguez; así como Jesús Reyes Heroles y José Antonio Ceballos Soberanis) recibieron información de los cuerpos de seguridad interna sobre las deficiencias de los mecanismos utilizados por los empleados petroleros para detectar y corregir la pérdida de presión en ductos por la perforación para su ordeña.
Sin embargo, los ilícitos continúan y se han extendido de 13 a 19 entidades federativas en tan sólo un año, lo que incrementó 10% la extracción ilícita de combustibles.
Esta fue una de las principales razones por las que se decidió iniciar la investigación en torno a la existencia de una red de servidores públicos de la empresa vinculada con el robo de combustible, informó un alto funcionario.
De acuerdo con Pemex, en 2008, de las 396 tomas clandestinas registradas los estados de Veracruz, México, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato e Hidalgo reportaron 306. El resto (las otras 90) se detectaron en Tabasco, Coahuila, Jalisco, Chihuahua, Oaxaca, Baja California y Puebla.
Al 30 de junio de este año, la red de complicidades que se investiga extendió su negocio a Tlaxcala, Sinaloa, Durango, Querétaro, Michoacán y Distrito Federal, donde ya fueron documentadas tomas clandestinas.
La gravedad del asunto radica en que mediante el Estudio de Preinversión para un Proyecto de Implantación de Sistemas SCADA en la Red Nacional de Ductos, que fue elaborado por Pemex Refinación entre abril de 1998 y octubre de 1999, los distintos funcionarios que han dirigido la paraestatal conocieron las deficiencias para detectar y corregir la ordeña de combustibles en ductos:
Pérdida de contención
“La operación de esos ductos actualmente depende de la comunicación vía telefónica o radio, de estación a estación. Este método es efectivo siempre y cuando el personal sea conciente o entienda la hidráulica del ducto. Cuando no se cuenta con centros de control (…) una caída de presión puede significar muchas cosas: puede ser una pérdida de contención por falla o actos ilícitos, de ahí que la comunicación entre estaciones debe ser frecuente y descriptiva”, explica el documento al cual tuvo acceso EL UNIVERSAL.
Los técnicos e ingenieros de la empresa reconocieron también hace una década que “los procedimientos de detección de pérdidas de contención (presión) en los 47 sistemas que conforman la Red Nacional de Ductos no son consistentes. Se realizan patrullajes aéreos y terrestres, pero sin una aplicación constante el resultado es inconsistente.
“Los operadores de las estaciones monitorean las presiones y flujos de los ductos en busca de anomalías, pero estos operadores cuentan con una sola perspectiva (parcial) de la operación de ductos, por lo que es su información la que utilizan de salida o entrada a la estación y aun cuando la información operativa de las instalaciones se transmite vía verbal al centro de control, los ingenieros de este sitio no cuentan con una perspectiva de línea general en tiempo real”.
Se sabía que “una vez detectadas las extracciones no medidas, al personal del Sector de Ductos puede tomarle hasta 24 horas cancelarla”, tiempo suficiente para la ordeña.
Parte de las recomendaciones tenían el propósito de “mejorar la comunicación y transmisión de datos operativos y disponer de documentación estándar para proporcionar información concisa, precisa y completa respecto de la transportación de los productos”.
Diez años después, el Sistema de Control Supervisorio y Adquisición de Datos (SCADA), con el que se busca “contar con información en tiempo real que permita la toma de decisiones y acciones inmediatas ante situaciones tales como alteraciones en la operación cotidiana de los ductos”, ha seguido un largo camino para su aprobación.
Es decir, la solución al problema de deficiencias en los sistemas de seguridad e información de operación de los ductos ha pasado más tiempo en la tramitología gubernamental. En noviembre de 2000 se puso en marcha el SCADA en siete poliductos.
Ingeniería a detalle
En la segunda etapa, para los 47 sistemas de transporte por ductos restantes el camino ha sido largo: Pemex envió un oficio el 8 de marzo de 2005 para la justificación técnica y económica de la ingeniería de detalle. El 8 de noviembre de ese mismo año, Hacienda autoriza a Pemex Refinación comprometer recursos de manera plurianual, con cargo a su presupuesto de inversión, a fin de llevar a cabo la ingeniería de detalle. El 4 de abril de 2006, la entonces Subdirección de Almacenamiento y Distribución formalizó un contrato para elaborar las especificaciones poner en marcha el sistema (dicho contrato se cerró administrativamente en octubre de 2007).
El 14 de abril de 2008, la Gerencia de Sistemas de Medición envío la justificación y el análisis costo-beneficio a Hacienda para que el proyecto fuera incluido en la Cartera de Proyectos y Programas de Inversión.
Actualmente está integrado en la Cartera de Proyectos y Programas de Inversión de Hacienda con la clave 0818T4M0030 y será en el transcurso de este año cuando reciba los primeros recursos para su ejecución, equivalentes a 23.4 millones de pesos, de los más de 3 mil 267 millones que requiere.
Mientras tanto, las tomas clandestinas fueron en aumento hasta alcanzar la cifra de 396 en 2008; es decir, más de una por día.
A esto se suma que el Centro de Información Técnica Administrativa y Acopio de Documentos (CITAAD) de Pemex Refinación “se encuentre saturado al ciento por ciento de su capacidad” y en condiciones que podría llevar años ordenar y analizar la información, lo cual también pudo haber sido aprovechado para esconder los ilícitos en detrimento del sistema de ductos.
En los últimos seis años, por ejemplo, la organización, conservación y custodia de los archivos de Pemex Refinación involucró el ingreso al centro de aproximadamente 31 mil 800 cajas de cartón en las que podría detectarse el modus operandi de la red de corrupción interna en la paraestatal, dedicada al robo de combustibles.
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