CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre.- El Senado de la República eligió ayer a Luis Raúl González Pérez como presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para un periodo de cinco años (2014-2019), en sustitución de Raúl Plascencia Villanueva, como resultado de un proceso que al final fue manchado porque por primera vez una senadora reveló quién era el ganador antes de que siquiera se conociera la terna oficial.
Con 97 votos de los 107 posibles, que era el número de senadores presentes en el pleno, Luis Raúl González Pérez recibió la instrucción del Senado de actuar con independencia al Poder Ejecutivo, colocar a las víctimas en el primer lugar de atención para que recuperen la confianza en la institución, reestructurar a la CNDH y a no otorgar “licencias de tolerancia” a los grupos de activistas que vandalizan y afectan a los mexicanos, con el pretexto de la movilización social legítima, como pidió Adriana Dávila.
Además, desde tribuna, Arely Gómez y Diva Gastélum, del PRI; Adriana Dávila y Roberto Gil, del PAN; Angélica de la Peña y Dolores Padierna, del PRD, y Pablo Escudero, del Partido Verde, confirmaron lo adelantado por Excélsior en esta semana, que someterán a la CNDH a un proceso de transformación, que incluye la creación de un Observatorio Legislativo que mantendrá la lupa sobre la Comisión; la eliminación de la reelección del ombudsman y el fortalecimiento del Consejo Consultivo, para que sus integrantes sean corresponsables del quehacer de este organismo nacional.
“Una de las primeras actuaciones del presidente de esta Comisión debe ser buscar y reunirse con los padres de los normalistas (de Ayotzinapa); ésa debe ser una de sus principales actuaciones llegando a la Comisión.
“Debe buscar a los padres; debe sacar el expediente; debe poner a la vista de los padres de familia de los normalistas las actuaciones que se han realizado en la Comisión para que, en conjunto con los padres de los normalistas, puedan definir si es necesario reponer el procedimiento; si es necesario realizar alguna actuación o si así, de convenirlo, seguir con la investigación que se está llevando”, dijo Pablo escudero.
Pero los senadores mostraron su molestia porque su compañera Layda Sansores, del PT, reveló por la mañana quién era el nuevo ombudsmanincluso antes de que se conociera la terna que se aprobó, integrada por Mauricio Farah, Luis Raúl González Pérez y Sara Irene Herrerías.
Así, por primera vez en el Senado se conoció públicamente, no por filtraciones, el nombre del ganador antes que la confirmación de la terna, a la cual llegó Sara Irene Herrerías porque la priista Miriam Cárdenas declinó, ante el escenario de que sólo tendría el voto priista.
Layda Sansores, ya ante el pleno del Senado, reveló que hasta la noche del miércoles Mauricio Farah era quien había sumado el consenso de todos los grupos parlamentarios, pero la mañana de este jueves “la línea” fue apoyar a Luis Raúl González Pérez, lo cual manchó un proceso legislativo que había sido pulcro, acusó la petista.
Las votaciones del pleno mostraron, en efecto, que el consenso estaba firme por quien hasta esta semana fue el Abogado General de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, pues 97 votaron por él; dos por Mauricio Farah, a pesar de que fue incluido en las propuestas de ternas de todos los grupos parlamentarios; dos para Sara Irene Herrerías, cuatro nulos y dos abstenciones; es decir, diez legisladores no estuvieron de acuerdo con la decisión mayoritaria.
De acuerdo con la información proporcionada por senadores involucrados en el proceso de negociación, el principal promotor y defensor de González Pérez fue el rector de la UNAM, José Narro Robles, quien tuvo entrevistas con varios de ellos e incluso con instancias del gobierno federal, al grado que logró revertir la tendencia mayoritaria.
El nuevo ombudsman, quien comienza su periodo el 16 de noviembre y lo concluye el 15 de noviembre de 2019, rechazó entrevistas, por lo que no fue posible conocer las posiciones de arranque ni los planes que tiene en temas como Ayotzinapa, Tlatlaya y la exigencia de decenas de organizaciones de no dilatar los cientos de asuntos pendientes que tiene la Comisión.
Regresa el grupo Carpizo a los Derechos Humanos
Resultado de una pugna de desencuentros entre el poderoso grupo de juristas de la UNAM que crecieron al amparo de Jorge Carpizo, el triunfo de Luis Raúl González Pérez como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) representa el retorno de ese poderoso grupo a la institución que nació en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad.
Alianzas y pleitos internos del llamado grupo Carpizo, que hace cinco años debió lamerse las heridas ante la derrota propinada por uno de sus exintegrantes más fuertes, José Luis Soberanes, pero que ahora, a la memoria del mentor fallecido hace dos años, recobra el control de la CNDH.
A finales de los 80, el grupo de juristas comandado por Carpizo creó la Defensoría de los Derechos de los Universitarios en la UNAM y comenzó a diseñar la estructura de la primera institución nacional encargada de proteger los derechos humanos, al cual fue presentada al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, que decidió el nacimiento de la CNDH, presidida por Jorge Carpizo McGregor, exdirector del Instituto de Investigaciones Jurídicas y ex rector de la UNAM.
La influencia de Carpizo le permitió que dos cercanos colaboradores presidieran esa Comisión. Primero, Jorge Madrazo, mientras que a José Luis Soberanes lo colocó como director de Jurídicas, quien a su vez convirtió al joven Raúl Plascencia en secretario académico del Instituto.
Al amparo del maestro Carpizo, Luis Raúl González Pérez fue director general administrativo, secretario técnico del Consejo Consultivo y segundo visitador en la CNDH; después, con Madrazo, se mantuvo como segundo y luego primer visitador.
El grupo Carpizo debió ceder la Comisión dos años a Mireille Roccatti, pero luego, impulsada por el mismo grupo, el presidente Ernesto Zedillo propone una reforma a la CNDH para darle más autonomía y pedir que fuera el Senado, ya no el Ejecutivo, quien nombrara al presidente.
Así, Carpizo logró el respaldo para que su amigo y colaborador José Luis Soberanes presidiera la CNDH y se reeligiera; Luis Raúl González Pérez fue director general de la Cuarta Visitaduría de 2001 a 2008, cuando Soberanes se pelea con Carpizo y depura a los carpicistas de la Comisión.
El encontronazo Carpizo-Soberanes fue en noviembre de 2009, cuando Carpizo y su amigo José Narro Robles impulsaron a Luis Raúl González Pérez, consiguiendo incluso el espaldarazo inicial del entonces coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, mientras que Soberanes respaldó y cabildeó por Raúl Plascencia y logró el voto inicial del PAN.
Unos años después, Soberanes se peleó con su discípulo Raúl Plascencia, que hoy, ya sin el apoyo de ningún excarpicistas, perdió ante González Pérez, arropado por la comunidad de Jurídicas el rector de la UNAM y los priistas de esas instituciones.
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