Registró Veracruz su mes más violento del año.

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El estado de Veracruz vivió el mes más violento del año al registrar 20 asesinatos y ejecuciones, al menos cuatro personas desaparecidas o levantadas y el ataque con granadas de fragmentación a comercios de la zona y turística de Veracruz Boca del Río.

La desaparición del Administrador de la Aduana del puerto de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni, ocurrida el primero de junio, fue el inicio de una oleada de violencia y la presunta irrupción de un grupo de narcotraficantes contrario a Los Zetas, brazo armado del Cártel del Golfo.

Ni la advertencia al crimen organizada realizada en Veracruz el 11 de junio por el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, detuvo las ejecuciones, levantones, emboscadas y los narcomensajes contra Los Zetas y agentes de las corporaciones estatales.

“Establecer una señal muy clara en el sentido de que quien quiera y donde quiera que se meta con alguno de los nuestros y de nuestro personal, más difíciles vamos a hacerles sus actividades criminales precisamente en ese lugar”, dijo en esa ocasión.

Más de cien balas

El crimen organizado se ha metido con todos y en todas partes de Veracruz. El 2 de junio en las propias instalaciones de la Subdelegación de Seguridad Pública del municipio de Catemaco, fueron ejecutados un jefe policiaco y un agente, quienes recibieron el tiro de gracia.

Dos días después (el día 4) un comando armado emboscó a un grupo de maestros de la zona sur de Veracruz y con cerca de cien balazos de alto calibre mató a dos de ellos; en tanto, de manera circunstancial, asesinaron a un campesino que transitaba por el lugar.

Para el nueve de este fatídico mes de junio fue encontrado en el drenaje de la comunidad de El Castillo de esta capital veracruzana el cuerpo “embolsado” de un hombre.

Un grupo de cuatro sujetos vestidos con uniformes de la AFI atacó a balazos (el día 16) en la zona centro al ocupante de una camioneta proveniente de Torreón, Coahuila, lo mataron y posteriormente se llevaron el cuerpo.

Un día después ocurrió uno de las ejecuciones más importantes. Un comando mató en el puerto de Veracruz al abogado Juan Caballero Murga, defensor del narcotraficante Albino Quintero Meraz, alias El Beto, detenido en 2002 cuando operaba para los cárteles de los Carrillo Fuentes y del Golfo, liderado por Osiel Cárdenas.

Decomiso encrudece violencia

Sin embargo, cuando verdaderamente se recrudeció la guerra fue después que agentes de la Policía Federal lograron decomisar en el sur de la entidad casi una tonelada de cocaína en el interior de un tráiler que tenía como destino final el Distrito Federal.

El 25 de junio comandos atacaron con granadas de fragmentación y fusiles de asalto dos comercios (un restaurante y una discoteca) del municipio de Boca del Río, zona conurbada al puerto turístico de Veracruz.

24 horas después apareció el cuerpo de una persona embolsada y con dos narcomensajes pegados de presuntos Mata Zetas; y se reportó la desaparición del ex policía de la zona de Veracruz-Boca del Río, Dámaso Ríos Valenzuela.

Cerca de las cero horas del sábado 27 un grupo de personas armadas atacó con Ak-47 en la zona sur de la entidad un vehículo, donde mató a una mujer y a su hijo de tres años, familiares del líder petrolero de la sección 10 de Minatitlán, Jorge Wade.

Ese mismo día en el municipio de Boca del Río apareció otro un hombre ejecutado; y en Xalapa, la capital un elemento de la Policía Intermunicipal Xalapa-Banderilla-Tlalnehuayocan fue asesinado al acudir a prestar un servicio.

El domingo pasado, 28 de junio, el empresario de la zona sur, David Martínez Espinosa fue asesinado de 19 impactos de bala y su cuerpo abandonado en un camino vecinal del municipio de Acayucan.

"Limpiaremos calles de zetas"

Pero este lunes 29 de junio con más muertes: cinco en total. Un comando atacó y mató a dos personas (entre ellos a un líder seccional del PRI) en Boca del Río; y apareció un ejecutado con un narcomensaje donde piden a la población no asustarse, pues –dice- llegaron a limpiar las calles de Zetas.

Fue encontrado el cadáver de un hombre -envuelto en una bolsa de plástico color negro- en el municipio de Medellín de Bravo; un comando atacó un automóvil en Veracruz puerto donde mataron al joven Jesús Ismael Ruiz Hernández; y en esa misma zona apareció el cadáver de una persona no identificada, envuelta en cintas adhesivas, que contenía un narcomensaje contra policías estatales y la advertencia: “La guerra apenas comienza”.