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Un sismo de 5.6 grados en la escala de Richter que sacudió la madrugada del lunes la costa sur de la península de Baja California y los litorales de Sinaloa y Sonora, provocó una ligera separación de la placa peninsular con relación al macizo continental, pero sin que se reportaran víctimas ni daños.
“Aunque el sismo no tiene relación con los movimientos telúricos reportados en Indonesia, sí generó una ligera separación de la península, como sucede en cada evento de esta naturaleza”, explicó el maestro de Ciencias del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Luis Mendoza Garcilazo.
El experto se refirió a los continuos movimientos de tierra que se han registrado en el océano Índico, donde se mantiene una alerta permanente tras el terremoto de 9.3 grados Richter que provocó un tsunami y arrasó gran parte de esa región el 26 de diciembre de 2004.
Según Mendoza Garcilazo, la península continúa separándose del resto del continente hasta seis centímetros al año y el movimiento del lunes provocó que la placa se moviera “un poco más al noroeste”.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó que el movimiento ocurrió a las 4:59 horas del lunes, con epicentro en el mar de Cortés, 115 kilómetros al noreste de San José del Cabo, Baja California Sur, y a 18 kilómetros de profundidad, además de que fue perceptible en la costa del norte de Sinaloa y de manera leve al sur de Sonora.
La zona del epicentro se localiza entre San José del Cabo y el puerto sinaloense de Topolobampo. Protección Civil de Baja California Sur, Sinaloa y Sonora informaron que no se reportaron lesionados o daños materiales, aunque se realizan recorridos de revisión en algunas zonas, en especial, en el municipio surbajacaliforniano de Los Cabos.
Descartan posibles marejadas
“No hay por qué alarmarse”, dijo el director estatal de Protección Civil de Baja California Sur, José Gajón de la Toba, al explicar que esos movimientos son comunes en la región, aunque pidió a la población mantenerse informada, al igual que lo hizo durante otros fenómenos naturales, como los huracanes.
Según el maestro Mendoza Garcilazo, por la ubicación del epicentro, el temblor no se percibió en el norte de la península, ni en California, Estados Unidos, y tampoco podría desencadenar movimientos en la red de fallas geológicas que se localizan en esa zona.
El investigador indicó que aunque Mexicali, a mil 200 kilómetros del epicentro del sismo, está asentada sobre cinco fallas geológicas, el sismo no afectó a la ciudad, debido a que no tuvo suficiente energía “elástica” liberada como para provocar daños a más de 100 kilómetros.
Agregó que por el hecho de haber ocurrido en el piso oceánico, podría pensarse en un efecto colateral como una marejada o tsunami, pero su baja magnitud y tipo de falla asociada, de movimiento horizontal, descarta esa posibilidad.
Otros hechos
Entre el 3 y 4 de enero de 2006, se produjeron cinco sismos de entre 4.4 y 6.7 grados Richter, también con epicentro en el mar de Cortés, lo que causó temor en ambos estados de Baja California, así como en Sonora y Sinaloa, tras el devastador tsunami de 2004.
Mendoza Garcilazo admitió que el Valle de Mexicali, al norte de Baja California y el Valle Imperial, al sureste de California, Estados Unidos, son áreas de alta peligrosidad sísmica, por estar muy cercanos a fallas de longitud considerable como las Imperial, Cerro Prieto, San Jacinto, Laguna Salada y Cucapá.
Explicó que la falla de San Andrés es la continuación de las que se encuentran a lo largo del golfo de California y que alcanzan alrededor de 3 mil kilómetros, y por ello la zona de Mexicali resiente más movimientos que el sur de la península. (Con información de Javier Cabrera y Marcelo Beyliss. Corresponsales)
Comentario:
Una falla que ahí está y hasta el momento no ha provocado grandes problemas.
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Hace 4 años
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