Oslo, Noruega
La adolescente paquistaní Malala Yousafzai y el presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, el indio Kailash Satyarthi, recibieron hoy el Nobel de la Paz en el ayuntamiento de Oslo por su defensa de los derechos de los niños.
La solemnidad del acto estuvo unos segundos en riesgo, cuando un joven, supuestamente acreditado como periodista, logró acercarse al estrado con una bandera mexicana después de que los premiados recogieran su medalla y su diploma, aunque fue retirado de forma inmediata por los servicios de seguridad.
"Rechazo aceptar que el mundo sea tan pobre cuando sólo una semana del gasto global en armas es suficiente para llevar a todos los niños a las aulas", afirmó Satyarthi al pronunciar su discurso, que precedió al de Malala.
Satyarthi criticó la cultura del "silencio" y de la "pasividad" y defendió globalizar la "compasión transformadora" para impulsar otra marcha mundial contra la explotación, la pobreza y la esclavitud infantiles.
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