El Super Ego de EPN.
¿Emisario del pasado?
Por Alejandro Flores
King
¡Cuidado, el Super Ego
de Enrique Peña Nieto está al máximo! Eso es muy peligroso. Frente a los graves
problemas que enfrenta el país, la visión del presidente no da más allá de su
super ego; sí, ese que desea que nuestras vidas sean perfectas y que nos puede
presionar y exigirnos, hasta tal punto de crea una gran ansiedad en nuestras
mentes si no logramos controlarlo.
Parece que para el
primer mandatario, las únicas protestas que cuentan son las violentas. Esas que
están en su contra, que quieren descarrilar su proyecto de nación, ¡claro! El que
él encabeza. Lo limitado de su visión es la que pone a temblar a muchos
analistas, más que las mismas protestas y la violencia.
La calidad de ESTADISTA
que muchos ingenuamente creímos que traía consigo, dados los anuncios con “bombo
y platillo” sobre las reformas estructurales concluidas, se esfumó en unos
cuantos días.
Le costó casi 2 años
construir una imagen de Primer Mandatario Exitoso y gracias a que lo traicionó
su super ego y se dejó dominar por el enojo y la paranoia, su efigie quedó peor
que las que hay en Egipto: se hizo trizas en segundos.
Su diagnóstico sobre la
situación de violencia que se vive en el país, fue completamente parcial y son
declaraciones provenientes de una persona que sufre trastorno delirante; es
decir, una evidente pérdida de contacto con la realidad. “Están contra él y su
Gobierno y, hasta contra su familia”.
Parece que su viaje a
China le hizo más mal que bien. Sufrió una transformación peligrosa: trae la
semilla de la represión de la Plaza Tiananmen, lugar que paradójicamente
también se le conoce como La Plaza de la Puerta de la Paz Celestial. ¿Será por
la cantidad de personas que los gobiernos represores de China han mandado al
otro mundo?
Pero en México, al menos
por el momento, son palabras y producto del enojo de Peña Nieto. Esperemos que
no se atreva a dar el paso hacia el uso de la fuerza, como medida para acallar
voces y por voces, es a todas.
¿Cuál es la razón de
ofrecer un discurso que desliza la idea del uso de la fuerza? ¿Es un discurso
que tiene como propósito espantar a la sociedad? ¿Grupos desestabilizadores?
¿Acaso no saben quiénes son?
¡¡Pero como no van a
saber ¡! Son los mismos que se la pasaron utilizando similares “técnicas” de
presión para descarrilar primero a Vicente Fox y después a Felipe Calderón. Y
haciendo memoria: ¿cuándo se les escuchó a estos dos mandatarios evocar las
palabras de desestabilización?
Estos grupos “desestabilizadores”
y que ponen ahora en peligro la tranquilidad de la buena conducción que nos
ofrece Peña Nieto, son: CNTE, CETEG, AMLO (hoy Morena), EPR, ERPI y los grupos
Anarquistas. ¿Alguno es nuevo o cuál
nació de manera espontáneamente y repentina?
¿Peña Nieto es emisario
del pasado? ¿Por sus venas corre la sangre de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría
o Fernando Gutiérrez Barios? Esperemos que no caiga aún más bajo: Miguel Nazar
Haro, temible director de la Federal de Seguridad, organismo que al menos tuvo
la decencia de desintegrar el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado.
Lo que le exigimos al
presidente Peña Nieto es que controle sus ideas delirantes y enfrente como el
Estadista que algunos creímos que era, los problemas del país. A saber:
reconstruir la confianza hacia el gobierno federal, y en general hacia todos
los políticos; combatir la corrupción, recuperar lo poco que tenemos de
democracia (concepto en el que muchos no creen), mejorar la situación económica
del país y de los ciudadanos, y reconstituir valores morales y éticos.
Con ideas delirantes, lo
único que va a lograr es empeorar las cosas.
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