CIUDAD DE MÉXICO, 12 de noviembre.- La opinión pública nacional se inclina a coincidir con el procurador Jesús Murillo Karam en que las personas asesinadas e incineradas en Cocula, Guerrero, con alta probabilidad sean los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala. No se cree que las capturas del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca y de su esposa ayuden a disminuir las tensiones en Guerrero. Se apoyan las protestas por el caso Iguala, pero ahora se perciben violentas, lo cual disgusta, según se desprende de las encuestas telefónicas BGC-Excélsiormás recientes.
La amplia mayoría de la población está enterada de que el procurador Jesús Murillo Karam, informó el viernes pasado que varios detenidos confesaron haber asesinado a más de 40 jóvenes y que los restos fueron quemados en el basurero de Cocula, Guerrero (79% sabe de este informe).
Se tiende a pensar (gráfico 1) que lo más probable es que esos jóvenes asesinados sean los estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa (53%). Sólo una minoría piensa lo contrario (28%).
En cuanto a los culpables, pese a las detenciones habidas de diversos implicados en los sucesos de Iguala, la mitad de la población cree que sólo se ha capturado a pocos de los culpables.
Si bien toda la población se enteró de la captura del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca y de su esposa, la mayoría (gráfico 2) dista de creer que estas aprehensiones contribuyan a reducir la tensión y protestas en Guerrero (poco/nada, 69%).
Por otra parte, tiende a calificarse positivamente la actuación de la Policía Federal a raíz de estas detenciones (muy bien/ bien, 42%) por la desaparición de los 43 normalistas.
Continúan respaldándose en lo general las protestas que se están llevando a cabo por el caso de los normalistas de Ayotzinapa (55%). Sin embargo, este apoyo va disminuyendo (gráfico 3). En esto puede estar influyendo que, a diferencia de días previos, las movilizaciones ahora se perciben violentas (51%) (gráfico 4).
Las opiniones tienden a dividirse sobre si las acciones de violencia tienen por intención mostrar la inconformidad por los sucesos de Iguala (46%) o si buscan más bien provocar al gobierno para que las reprima y generar un mayor conflicto (39%).
Aun cuando sean para expresar inconformidad, se piensa que está mal que se recurra a la violencia (93%). Se cree que las autoridades deben tratar de evitar enfrentarlas hasta donde sea posible para no caer en provocaciones (60%) (gráfico 5).
Como se ha visto en encuestas anteriores (gráfico 6), las marchas y manifestaciones son las expresiones de protesta que reciben respaldo popular (acuerdo/en parte, 54%). En cambio, los paros en las universidades y la toma de palacios municipales tienden a generar rechazo (55% y 58%, respectivamente) y se observa amplia desaprobación al bloqueo de carreteras (74%) y a la quema de edificios públicos (89%).
Se percibe que la intención de responsabilizar al gobierno de Enrique Peña Nieto de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa deriva del propósito de grupos que quieren sacar ventaja política aprovechándose del caso de los normalistas (53%). Sólo una cuarta parte sostiene que esa atribución de responsabilidad se debe a que el Presidente es efectivamente el culpable.
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