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Dos días después de que la policía desarticulara un comando de la organización terrorista vasca ETA que tenía planeado perpetrar un atentado, la banda armada demostró que aunque las fuerzas de seguridad detengan a algunos de sus miembros, tienen capacidad para llevar a cabo una masacre.
Ayer a las 11 de la mañana ETA hizo explotar un coche-bomba en el estacionamiento de la Universidad de Navarra (norte de España) provocando sólo 17 heridos leves, gracias a que en ese momento no había estudiantes paseando por la zona debido a la intensa lluvia.
La bomba estaba cargada con casi 100 kilos de explosivos, por lo que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció que “podíamos haber tenido una tragedia enorme”. Además el artefacto explotó en un momento en que en la universidad había mil alumnos en clase.
La deflagración provocó daños en una veintena de coches que estaban estacionados en la Facultad de Ciencias de la Información. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el rey Juan Carlos condenaron el atentado.
Zapatero se mostró convencido de que “la máxima contundencia del Estado de derecho y la unidad de los demócratas logrará acabar con esa lacra”. A su vez, el monarca mostró su “más firme condena y repulsa” del atentado. El presidente del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, dijo que “todos juntos, fuerzas políticas, organizaciones sociales y la sociedad española debemos estar unidos en la lucha contra el terrorismo”.
Comentario:
Hay que repudiar los atentados de la ETA.
Ofrezco mis servicios.
viernes, 31 de octubre de 2008
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