IGUALA, Gro., 20 de noviembre—Siempre resguardada por tres hombres con radios fajados en la cintura, Yazareth Abarca Pineda, la hija del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, se paseó ayer miércoles entre los pasillos de la Plaza Galerías Tamarindos, en una de las 65 propiedades que pertenece a su papá.
Yazareth Abarca es la misma joven, de quien trascendió estaba junto a sus padres el exalcalde de Iguala y María de los Ángeles Pineda, al momento en que la Policía Federal detuvo a la llamada pareja imperial, por denuncias de homicidio, diversas desapariciones, que incluyen a los 43 normalistas de Ayotzinapa y vínculos con el crimen organizado.
Al menos una hora, Yazareth Abarca, una de los cuatro hijos de Abarca recorrió varias zonas del centro comercial, como la zona de comida, donde estuvo sentada con otra mujer, que supuestamente por versiones de los locatarios es la contadora de la familia Abarca Pineda.
También entró a Italian Coffe, donde estuvo parada en la barra del café platicando con la gerente de ese negocio y revisando algunos papeles.
Mientras Yazareth se entrevistaba con gente de la plaza, algunos negocios como Coppel estaban martillando tablas de madera en sus fachadas de vidrios para poder protegerlas de actos vandálicos.
Esta Plaza Galerías Tamarindos, ubicada en la periferia de Iguala, tiene 40 locales, de los cuales 14 ya están cerrados y varios más blindados, a raíz de la acusaciones contra el exalcalde de Iguala por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Eran las 14:07 horas, cuando la hija de José Luis Abarca salió del estacionamiento del centro comercial en un auto rojo volkswagen con las placas 149 RML pertenecientes al Distrito Federal.
Apenas Yazareth Abarca había abandonado la plaza, cuando ante la prensa, empleados de distintos negocios, como Lucero Márquez Hernández, aseguraron que debido a que Galerías Tamarindos ha sido vandalizada y saqueada como parte de las protestas contra del exalcalde detenido, están al borde de la quiebra por las bajas ventas.
Esta plaza en la que para su construcción en 2008 se invirtieron 30 millones de pesos y prometía generar más de mil 200 empleos comienza a derrumbarse.
Lucero antes del escándalo que azotó a Iguala, en un día común vendía en Sahin Cosmetics, hasta mil pesos en maquillaje y ahora hay veces que ni si quiera guarda cien pesos a su caja registradora.
“Estos actos de vandalismo lo único que han causado son bajas ventas y pues nos pasan a traer a todos los que queremos trabajar. Nos afectan drásticamente, porque pues si cierra la plaza, muchos nos vamos a quedar sin trabajo”, comentó Lucero.
El pasado 22 de octubre, encapuchados a manera de repudio contra José Luis Abarca, rompieron los vidrios de las fachadas de las tiendas y saquearon varios establecimientos.
El gran problema con estos actos vandálicos es que a los dueños de los negocios, quienes el único vínculo que llegaron a tener con la familia Abarca Pineda fue de arrendador y mes con mes pagan un cheque de 15 mil pesos por la renta del local más pequeño, han tenido que solventar con su propio bolsillo la furia que ha caído de los encapuchados contra el exalcalde.
“Por ejemplo, a los dueños de los negocios que les robaron toda su mercancía va a ser muy difícil que la vuelvan a recuperar”, afirmó la vendedora Saggy Martínez.
Los administradores de los negocios recalcaron que los más perjudicados con los destrozos en contra de la Plaza han sido ellos.
Muchas tiendas se encuentran en números rojos y están considerando seriamente en abandonar la plaza, como ya lo hicieron 14 tiendas.
Las pérdidas materiales ocasionadas por los manifestantes y la mala fama que se ha hecho de Galerías Tamarindos por ser de los Abarca Pineda han llegado a tal grado que hay días en que no salen las cuentas. Por más que se remate la mercancía no hay dinero para pagarle a los empleados o para girar el cheque de la renta del local.
Por eso, Hermelinda Flores, empleada en una tienda de ropa y zapatos, envió un mensaje a los encapuchados, argumentando que los daños que se suponen son en contra de la familia Abarca Pineda, afectan directamente a más personas.
“Se dice que la plaza es de Abarca, pero yo creo que no se vale, porque hay muchos negocios que la gente está rentando y los negocios no son de él, sino de personas particulares”, dijo Hermelinda.
Esto ha provocado que ante cualquier alerta de posibles destrozos contra Galerías Tamarindos por parte de encapuchados, los dueños ordenen a los empleados proteger la mercancía.
El pasado 10 de noviembre, en pleno Buen Fin, la encomienda para Hermelinda no fue promover las ofertas en zapatos a los clientes, sino llevarse la mercancía muy lejos del centro comercial.
“Hace ocho días, si ustedes hubieran venido, hubieran visto todo completamente vacío, como decía que iban a quemar la plaza, todos los negocios la mercancía, todo se sacó y al día siguiente de la falsa alarma, tuvimos que volver a acomodar todo.”
Cada día de los más de 50 que han transcurrido desde las protestas en contra del exalcalde de Iguala, los dueños y empleados de las tiendas han vivido atemorizados preguntándose cuándo será la siguiente vez que los encapuchados regresen a Galerías Tamarindos a vandalizar.
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