Deja su puesto ministra francesa de justicia; competirá en elecciones.

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Nicolas Sarkozy ha descabalgado de su Gobierno a uno de sus símbolos: Rachida Dati, de 42 años, la popular ministra de Justicia, dejará pronto su puesto en el Ministerio para presentarse como número dos a las elecciones para el Parlamento Europeo que se celebrarán en junio. El número uno será el actual ministro de agricultura, Michel Barnier. En un principio, a Dati le ofreció Sarkozy la primera plaza, puesto al que la ministra se negó, según Le Figaro. Ahora ha tenido que conformarse con el segundo escalón. A cambio, Dati ha obtenido la promesa del presidente de la República de asegurarle, con el tiempo, un puesto en la política nacional.

Los rumores y comentarios sobre la salida de Dati del Gobierno arrancaron hace meses. Desde el otoño, fecha en que la estrella de esta mujer mediática, campeona a la hora de acaparar portadas, empezó a declinar. De ministra emblema de la pluralidad nacional debido a su origen magrebí y humilde, empezó a ser muy criticada por los estamentos a los que dirigía: jueces, magistrados, abogados y funcionarios de prisiones. Incluso, en octubre, tuvo que aguantar una manifestación de jueces, con la toga puesta, a las puertas de los juzgados, que protestaban tanto por las reformas acometidas por Dati como por la forma autoritaria de llevarlas a cabo. Se sucedían los suicidios de presos y se cometieron garrafales errores judiciales que salpicaron su fama de eficaz y trabajadora. Fue entonces cuando los conocedores de los entresijos del Palacio del Elíseo aseguraron que Sarkozy había perdido su confianza en su ministra-icono.

Ya entonces había fecha para la partida: se afirmaba que Dati abandonaría el Gobierno poco antes o poco después de que tuviera su hijo. Al final, ha ocurrido así. No sin suspense: Dati dio a luz a una niña el cuatro de enero. Cinco días después, acudía, sonriente, al primer consejo de ministros del año. Todo el mundo dio por sentado entonces que Dati resistiría y que, a pesar de todo, seguiría de ministra. No ha sido así.

Comentario:

Pues es parte de los movimientos habituales de la política.